17/04/2018 | Redacción JyS
Ayer fue un día histórico para la pesca y la caza en España. Después de una confusa votación que reprodujimos en directo desde Jara y Sedal, la reforma de La Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad fue aprobada en el Congreso con el voto a favor de PP, Ciudadanos, PNV y PDeCAT, y los votos en contra de Unidos Podemos, Compromís y ERC y la abstención del PSOE. El texto iniciará ahora su trámite en el Senado.
De esta manera se pone fin a la grave crisis que generó la sentencia del Tribunal Supremo en 2016 que incluyó animales como la trucha arco iris, el cangrejo rojo, la carpa o el arruí en el catálogo del de especies invasoras, tal y como reivindicaban Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y AEMS Ríos con Vida, desencadenantes del conflicto. Esto implicaba que se prohibía cualquier actividad cinegética, piscícola o comercial relacionadas ellos, además de condenar a las especies a la extinción. Los grupos ecologistas que generaron la crisis presionaron hasta el último momento para evitar que esta reforma de la conocida como «Ley Narbona» viese la luz.
En el caso del arruí, el Gobierno de Murcia ya había comenzado su erradicación, ordenando su exterminio incluso con métodos prohibidos por la legislación actual, tal y como denunció Jara y Sedal en su día. El texto presentado por el PP permite cazar y pescar, para su control y erradicación, aquellos animales en áreas ocupadas antes de 2007, año en que se promulgó la «Ley Narbona».
Un error en la votación saca adelante una enmienda de Podemos
Durante las votaciones, que duraron más de una hora y fueron muy confusas, PDeCAT y PNV se equivocaron a la hora de votar y permitieron la aprobación de una enmienda de Unidos Podemos que, precisamente, eliminaba la parte que del texto permitía la caza y la pesca de las especies ocupadas antes de 2007, uno de los pilares de esta norma. Este texto se volverá a restituir a su paso por la Cámara Alta, con mayoría absoluta del PP.
Druante la exposición previa a la votación, la portavoz del PP Teresa de Lara, defendió que, aunque las especies exóticas invasoras están entre las «principales causas de pérdida de biodiversidad», no se puede comparar a las que se han asentado en el ecosistema español desde hace años y que «no suponen ya ningún daño al medio ambiente», con las que han ido apareciendo más recientemente.
Además, De Lara ha explicado que esta situación supone grandes pérdidas económicas y de empleo en aquellas zonas en las que la caza y la pesca son un sector económico de importancia. En este sentido, destacan la situación del medio rural y en aquellos pueblos que, según ha advertido, por este tipo de situación «pueden desaparecer».
El portavoz del PSOE durante las votaciones, Gonzalo Palacín, dijo que la fórmula elegida por el PP para hacer esta reforma no era «la más idónea» y cree que hubiera sido más eficaz un proyecto de Ley desde el Gobierno o complementar al texto «planes de gestión por parte de las comunidades autónomas» para gestionar especies concretas.
El diputado de Unidos Podemos, Juantxo López de Uralde, por su parte, se mostró crítico con la reforma, tan reclamada desde el mundo rural, y mostró su disconformidad con el argumento económico para abordar la problemática de las especies invasoras.
Desde Ciudadanos, su representante, Miguel Ángel Garaulet, celebró que esta norma sea «beneficiosa» para todo el mundo.
