Si los conejos (Oryctolagus cuniculus)  o liebres (Lepus granatensis) de tu coto han disminuido su población, más allá de lamentos por las enfermedades como la mixomatosis, arremángate si quieres obrar el milagro de volver a disfrutar de una buena densidad. A continuación ofrecemos un decálogo difundido por la Unión Europea, el MAPA y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para mejorar las poblaciones de conejo y liebre en tu coto. Presta atención.

Conejo de monte

El conejo se reproduce en vivares, que construye en suelos blandos, secos y bien drenados. La prioridad debe ser combinar hábitats de matorral, pasto y zonas abiertas, tanto para favorecer su reproducción como para reducir posibles plagas. En la medida de lo posible proporcionasle:

  1. Zonas de refugio (monte bajo). Parches de vegetación que no superen los 2-3 metros (retamas y reforestaciones de encinas y pinos), sirven de protección y en algunos casos favorecen la creación de vivares.
  2. Vivares. Si no existen de forma natural, pueden crearse alternando elementos artificiales (palets, tubos), con naturales (ramas, piedras). Para fijar poblaciones, es mejor crear grupos de 2-3 vivares que sólo uno, y vallarlos de forma temporal para reducir el impacto de los depredadores.
  3.  Siembras. Crea parcelas de 2-5 hectáreas de cereales, leguminosas o ambas (escoge las especies en función del terreno).
  4. Daños en los cultivos. El conejo puede producir cuantiosos daños tanto en cultivos herbáceos como leñosos. Ofrecer fuentes alternativas de alimentos y vallar las parcelas agrícolas contribuyen a reducir los daños, pero en muchas ocasiones la caza se erige como una herramienta clave para la gestión de conflictos.

Liebre ibérica

Como todos los cazadores sabemos, la liebre no hace vivares, sino camas en las que permanece durante la mayor parte del día si no es molestada. La liebre está ligada a hábitats abiertos pero necesita de otros con vegetación arbórea y arbustiva (perdederos), así como lugares no cultivados.

5. Cultivos de cereales y leguminosas y 6. zonas sin cultivar. Asegúrate que en tu coto haya una combinación de estos elementos, dado que la liebre cambia sus encames en función de la época del año y las molestias que tenga.

7. Viñedos y 8. olivares con cobertura vegetal. Estos cultivos pueden funcionar como lugares de refugio durante el día y también como perdederos. También contribuyen a evitar daños a cultivos al ser una fuente alternativa de alimentos.

9. Perdederos. Conserva las zonas arbóreas y arbustivas o bien crea parches de al menos una o dos hectáreas para que las liebres puedan zafarse de sus depredadores.