Si has cazado recientemente un muflón y quieres hacer el cráneo tú mismo, estás en el lugar correcto. En el siguiente artículo te contamos en ocho sencillos pasos todo lo que tienes que hacer. Si hay algo que no te ha quedado claro, no desesperes, al final compartimos un vídeo del proceso.
1. Retira piel y carne
Con la ayuda de un torno de mesa, descarna el cráneo y elimina todos los restos de piel que puedas.
2. Cubre los cuernos
Para que los preciosos cuernos curvos del muflón no pierdan fuerza ni color lo mejor es protegerlos con papel burbuja antes de sumergirlos para la cocción. Así evitarás que el agua entre en contacto con su superficie.
3. Cuécelo
Sumerge el trofeo en agua hirviendo durante un tiempo comprendido entre una hora y media y dos horas.
4. Extrae los cuernos
Después de un plazo prudencial y con las manos protegidas del calor, es momento de sacar los cuernos de sus pivotes. Si has cumplido con los tiempos de cocción establecidos deberán salir a la primera. Si no te resulta demasiado fácil puedes dar unos golpes secos en la base para desencajarlos.
5. Corta el sobrante
Los pivotes del muflón son muy gruesos. Corta con una sierra el tramo sobrante, dejando la suficiente base para asentar el cuerno en su lugar.
6. Blanco y radiante
Con el cráneo ya serrado es momento de sumergirlo entre seis y ocho horas en una mezcla de agua oxigenada y agua corriente (al 50%).
7. Toma medidas
Este tipo de trofeos presenta unas dimensiones que necesitan de un plan previo para que los cuernos no toquen con la pared una vez colgado.
8. Monta la tabla
Con todas las medidas claras y trasladadas a la madera es momento de sacar el serrucho: cortar los listones, extrae tres piezas y comienza a darle forma a la estructura. Si has realizado bien el paso anterior el muflón quedará asentado en su sitio y la curvatura de su trofeo no pegará contra la pared.