Es muy probable que la mayoría de nosotros nunca hayamos oído hablar de esta curiosa fruta que muchos conocen como el cucamelón (Melothria scabra). Otro de los nombres con los que la identifican podrían ser sandía ratón o pepinillo agrio mexicano. Pues bien, ahora vamos a conocer la forma en la que los agricultores cultivan este gran desconocido cuyo sabor seguro que va a enamorar a muchos.
A simple vista podría parecernos una especie de minisandía porque su exterior es muy similar al de esta fruta, pero su tamaño es muy similar al de una uva. Pese a que su apariencia ya es muy llamativa, lo que más nos va a sorprender es su peculiar sabor, el cual es una mezcla de pepino y lima.
Una fruta de gran valor nutricional
Se trata de una fruta ácida que crece en una fina enredadera, rodeada de hojas que se parecen a las de la hiedra. Podríamos pensar que es un extraño híbrido modificado, pero la realidad es muy diferente. El cucamelón es un manjar que consumen mucho en Centroamérica y lo hacen desde tiempos precolombinos.
Sobre todo, este es un alimento básico en la dieta mexicana y, al contrario de lo que aparenta su pequeño tamaño, su valor nutricional es bastante grande. Hay personas que dicen que va camino a convertirse en uno de esos ‘superalimentos’ de moda y es que cuenta con abundantes vitaminas y minerales, antioxidantes y fibra y, además, es bajo en calorías. Asimismo, tiene un alto nivel de licopeno y beta-caroteno, bien conocido por sus propiedades antioxidantes.
Más allá de sus destacables beneficios nutricionales, esta sabrosa fruta es muy difícil de encontrar. Es por ello que la mejor opción sería cultivarla nosotros mismos y esto es algo sencillo ya que sufre muy pocas plagas, no necesita excesivos cuidados y es muy resistente a la sequía.
Así se cultiva el cucamelón
Por el contrario, las semillas de cucamelón no son fáciles de encontrar, aunque se pueden comprar por Internet. Lo primero que se debe hacer es guardar las semillas en un frasco lleno de agua durante una semana, enjuagarlas y dejarlas secar sobre papel de cocina en un lugar fresco. Después de esto, se guardarán en un sobre de papel.
Necesitan una larga temporada de crecimiento, con, al menos, entre 65 y 75 días de clima cálido sin heladas. En el caso de vivir en una zona fría, la alternativa es cultivarlas en macetas y meterlas en una habitación luminosa y cálida durante las noches.
También se debe tener en cuenta que a los cucamelones les gusta el sol y un suelo rico y de drenaje rápido. Por ello, lo mejor es escoger un lugar de cultivo con exposición al sur y dejar un espacio del, al menos, 30 centímetros cuadrados para cada planta. Además, requieren un mínimo de seis horas de luz solar directa al día para mantenerse sanas y productivas.
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Como pueden llegar a trepar hasta tres metros de altura, esta planta enredadera necesita una estructura de soporte con la que mantener sus tallos y frutos lejos del suelo, por lo que será muy útil instalar un pequeño enrejado o una jaula para tomates para que crezcan.
Por último, en cuanto al suministro de agua necesario para el cultivo del cucamelón, este se deberá regar cada cinco o siete días en los meses de verano, aumentando el riego a dos veces por semana en condiciones muy calurosas y secas. Con clima frío, tan solo será necesario regar cuando la tierra se seque en la parte superior.