El labrador retriever es una de las razas caninas más versátiles y populares a nivel mundial, también en la caza. Su instinto y sus cualidades naturales como la paciencia, la obediencia y la destreza en el agua lo convierten en una de las más valoradas para la caza menor y la de acuáticas especialmente.

En el vídeo, compartido por el famoso perfil de Facebook Slingley Gundogs, cinco ejemplares de labrador esperan pacientes junto a su dueño la hora de cobrar. Un faisán sobrevuela a los canes y uno de ellos lo intercepta siguiendo con la vista el vuelo para saber con exactitud dónde cae. Sin que nada tenga que indicarle el cazador sale corriendo y al cabo de varios segundos vuelve con la pieza en la boca. La satisfacción del perro se transmite en su mirada y la de su dueño a través de un eufórico «good boy!».

El hecho de que saliese corriendo sin haberle dado ninguna orden ha generado diferentes opiniones que los usuarios han trasladado a través de comentarios. Unos aplauden la acción del perro y valoran su rapidez y autonomía mientras otros cuestionan por qué no ha esperado una orden. Puede que en las imágenes no se haya apreciado algún gesto del dueño, que podría haberle indicado que era su turno.

Mientras, el resto de canes esperan sentados a que su compañero regrese con la pieza.

Gran nadador, rastreador y compañero de puesto

Originario -como su propio nombre indica- de la península del Labrador, en Canadá, esta raza fue seleccionada por su capacidad para recuperar aves acuáticas en condiciones extremas. Su pelaje denso y corto, así como sus membranas interdigitales y su cola en forma de paleta que actúa como un timón, lo convierten en un nadador excepcional.

Fuera del agua, su memoria prodigiosa y su desarrollado olfato hacen del labrador retriever un perro ideal tanto para el rastreo de piezas heridas en la caza mayor como para el cobro de aves durante el ejercicio de la menor. Estos perros son capaces de saber cuántas piezas han caído y el lugar exacto dónde lo han hecho, tal y como se ha podido comprobar en el vídeo.


Asombroso cobro de un labrador retriever en un río congelado


A su demostrada inteligencia y naturaleza obediente hay que añadir un carácter tranquilo y paciente. Esta combinación convierte al labrador en el mejor compañero de puesto, capaz de pasar horas sentado al pie de su amo. Siempre atento pero nunca nervioso.

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