Este cazador se desquitó a lo grande del gran error que había tenido durante la montería celebrada en las cercanías de las localidades sorianas de Valdenebro y El Burgo de Osma.
14/2/2019 | Redacción JyS

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Este cazador abatió a un gran ciervo de 13 puntas en una montería en abierto en la que falló otro dándole un balazo en la cuerna. / J.S.E.

Ocurrió el pasado sábado, 9 de febrero, en las cercanías de las localidades sorianas de Valdenebro y El Burgo de Osma. Ese día Jesús Sáez Elvira abatió a un gran ciervo de 13 puntas en una montería en abierto después de haber fallado otro al que había dado un balazo en la cuerna. El cazador que ocupaba el puesto vecino lo abatió con una escopeta paralela… y la pieza fue para él.
«Le dije que aunque hubiese sido yo el primero, se lo quedase él, y así fue», ha dicho en declaraciones para Jara y Sedal el cazador, el conquense Jesús Sáez Elvira. Está «contento» porque el animal que abatió anteriormente «es más gordo, tiene 13 puntas», afirma orgulloso.
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Jesús Sáez, con el gran ejemplar que abatió primero/ J.S.E.

La montería, en general, «se dio bien. Estaba oyendo muchos disparos a mi derecha y a mi izquierda y yo al verlas venir» –sigue explicando Sáez-. «Cuando ya volvían los perreros y me saludaron los rehaleros de recogida, hubo una ladra y cuando me di cuenta estaban saliendo del monte unos bichos descomunales, solamente se veían las cuernas entre las jaras. Además, uno de ellos se me metió encima. El otro salió del monte y al cruzar el cortafuegos fue cuando lo abatí».

«Le hizo un agujero perfecto en la cuerna, no se astilló absolutamente nada»

El ciervo de 13 puntas lo abatió primero y el segundo al que tiró fue al que le dio con la bala en la cuerna: «Nunca había visto un tiro en un ciervo en ese lugar», exclama. Fue con un 9.3×62mm: «Le hizo un agujero perfecto, no le astilló absolutamente nada». Ese se lo quedó el compañero que lo abatió posteriormente, como ya hemos relatado. «Le dije que no se preocupase, que era de él», explica Sáez. Lo abatió con una escopeta paralela.

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Otra imagen del gran ciervo abatido. / J.S.E.

Por su parte, el orgánico, Jesús Morcillo –miembro de «Recechos la Ribera Jesús y Rafa»-, ha relatado a Jara y Sedal que «cazar un ciervo como este en una montería en abierto es relevante». La montería costaba 80 euros con comida incluida «y si además te llevas una pieza así que puede ser medallable, merece mucho la pena».
Está orgulloso por «la alegría de todos, especialmente del cazador. Estas cosas se hacen sin ánimo de lucro. Lo único que se pretende es salvar gastos en las monterías y poco más», añade. Además de organizar la montería, también es guarda de caza: «Imagínate lo que conlleva y el trabajo que hay detrás, desde simplemente marcar los puestos con seguridad hasta cebar la mancha día tras día y preocuparse del mínimo detalle», pone en valor el orgánico.
En total, en la montería –que contaba con unos 50 puestos- se abatieron 17 jabalíes y 2 ciervos, que son los dos protagonistas de esta noticia.