En España, la perdiz roja (Alectoris rufa) no solo es una especie clave en los ecosistemas mediterráneos, sino que además se trata de una especie con alto valor socioeconómico al ser la principal especie de caza menor. En nuestro país existen más de seiscientas granjas de esta especie, en las cuales se crían millones de ejemplares. La mayor parte de ellos (entre 2 y 5 millones cada año, según las estimas) de destina a su liberación en cotos de caza y, una pequeña parte, a la producción de carne y huevos.

La cría intensiva de estos animales ha generado preocupación debido a problemas genéticos, sanitarios y de bienestar animal, ya que frecuentemente se busca maximizar la productividad y las ganancias sin atender adecuadamente a los posibles efectos perjudiciales de este sistema, tanto a nivel de bienestar para los individuos como en los posibles impactos ecológicos en las poblaciones tras las liberaciones.

Uno de los principales problemas asociados a la cría intensiva de aves es el “picaje”, un comportamiento en el que las aves picotean y arrancan las plumas de otros individuos, generalmente en áreas como la espalda, la cola o la cabeza. Aunque un grado leve de picaje es normal para establecer dominancia, unas condiciones deficientes de alojamiento suelen exacerbar esta conducta debido a la falta de oportunidades para realizar comportamientos naturales, provocando lesiones en la piel que pueden llegar a ser graves e incluso causar canibalismo. El picaje puede tener además repercusiones en el éxito de las repoblaciones, ya que la calidad del plumaje, la condición corporal y los niveles de estrés son clave para la supervivencia de estas aves tras su liberación.

Científicos del Grupo de Investigación en Ecología y Gestión de la Fauna Silvestre del Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM) y de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), han llevado a cabo un estudio que pone de manifiesto la importancia de incluir vegetación en las instalaciones de las perdices rojas para mitigar el picaje. Durante dos años, mediante la realización de fotografías del dorso de las aves, se comparó la intensidad del picaje en perdices rojas criadas en dos tipos de recintos: a) en ausencia de vegetación y b) con vegetación natural abundante. El efecto se evaluó durante el crecimiento y cuando las aves ya habían alcanzado su tamaño y plumaje adulto. Además, se tomaron medidas sobre el peso corporal y la longitud del tarso de las aves.

Vegetación en instalaciones de cría de perdiz roja: una estrategia efectiva para reducir el picaje y mejorar su bienestar en granjas

Perdices rojas juveniles (42 días: a, b) y adultas (115 días: c, d) afectadas con diferentes grados de picaje en el lomo. Desde severamente afectadas (b), a sin signos evidentes de picaje (c). Las fotos a y c corresponden a instalaciones con presencia de vegetación, mientras que las fotos b y d a instalaciones sin vegetación. © IREC

Los resultados mostraron que el picaje varió según la cobertura vegetal y la edad de las aves. Los pollos de 42 y 67 días mostraron un mayor grado de picaje que los adultos. La cobertura vegetal redujo el picaje en los adultos en uno de los años del estudio y en los pollos en el otro. Además, encontramos indicios de que la presencia de vegetación podría incrementar la condición corporal, ya que, durante un año, los pollos que ocupaban recintos con vegetación fueron marginalmente más pesados que aquellos criados sin vegetación.

Estos resultados ponen por primera vez de manifiesto que el incluir vegetación natural en las instalaciones puede servir como medida efectiva para mitigar el desarrollo de comportamientos anormales como el picaje en las perdices rojas cautivas, y que, posiblemente, podría también mejorar la condición corporal de las crías. No obstante, se requieren más estudios para evaluar qué medidas adicionales se pueden implementar para lograr una mayor efectividad de estas medidas, ya que no se logró eliminar el picaje por completo. Además, futuros estudios deberían investigar los efectos de la cobertura vegetal en los aviarios sobre otros parámetros relevantes para el bienestar de estas aves, como la respuesta fisiológica al estrés y otros rasgos conductuales específicos.

Vegetación en instalaciones de cría de perdiz roja: una estrategia efectiva para reducir el picaje y mejorar su bienestar en granjas

Las imágenes de la izquierda muestran dos de los voladeros experimentales empleados en el estudio, sin vegetación (arriba) y con vegetación natural (debajo). Los gráficos de la derecha muestran las diferencias en el porcentaje de la región dorsal de las perdices rojas afectadas por picaje en los dos años de estudio (2003 arriba, 2004 abajo), según la edad de las aves y la presencia o ausencia de vegetación en las instalaciones. © IREC

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