El extraño animal fue abatido en rececho y para sorpresa de cazador y guardas, no era la única anomalía que presentaba. 
15/5/2018 | Redacción JyS
Este particular trofeo, abatido ayer por un cazador en La Rioja que tienea dos espectaculares cuernas completas y una tercera pequeña en la testuz del animal, está dejando sin palabras a todo aquel que por el momento lo ha visto. 

corzo con tres cuernas
Foto: Roberto Peña.

Todo comenzaba el pasado sábado cuando Roberto y Javier, dos de los guardas de un coto de caza de 3.000 hectáreas al este de La Rioja, acompañaban a un conocido cazador en la zona para intentar cazar un corzo. «Viene desde hace 18 años desde Toledo», nos cuenta Roberto, con quien hemos podido charlar sobre la cacería y el curioso trofeo. 
Durante los tres días que han estado cazando el frío no les ha dejado parar. «Ayer comenzamos el rececho con dos grados bajo cero», dice el guía.
A pesar de que en todo el fin de semana no habían visto ningún macho destacable, ayer, cuando estaban buscando otro que finalmente no salió, se encontraron con este. Según las palabras de Roberto, «ha sido una casualidad». 
Cuando menos los esperaban, «a las 8:52 minutos exactamente», debajo de un espino han localizado un corzo. «Las ramas del árbol no nos dejaban ver bien, pero por la forma del escudo le he indicado al cazador que era macho», dice Roberto. Su compañero Javier ha sido quien, telescopio terrestre en mano, ha corroborado que era bueno y que parecía tener un bulto en el cuello. 
Decidido entonces el cazador a disparar, se ha apoyado, lo ha apuntado con su rifle calibre .30-06 Springfield y ha apretado el gatillo. «Ha caído limpiamente», afirma Roberto. «El disparo no era difícil. El animal estaba a unos 115 metros, pero el cazador ha sido certero». 
Cuando se han acercado al animal han comprobado que, efectivamente tenía un bulto bajo la oreja izquierda y además ¡una tercera cuerna en la frente!
corzo con tres cuernas
Foto: Roberto Peña

El espectacular y a la vez extraño trofeo ha dejado a cazador y guardas sin palabras. «Hemos creído que el bulto del cuello no tenía nada que ver y que se debería a los gusanos», refiriéndose Roberto a la fase larvaria del tábano Cephenemyia stimulator, que completa su ciclo de desarrollo requiriendo la presencia de corzos como hospedador, provocando problemas respiratorios y dificultad para alimentarse. 
corzo con tres cuernas
Foto: Roberto Peña

Sin embargo, cuando han ido a cortar el trofeo y ver si el ejemplar estaba afectado por «el gusano de las narices», han notado que «estaba duro». «Hemos intentado cortar con una navaja pero tocábamos en hueso. Es como si por un posible traumatismo hubiera desarrollado una calcificación desde la testuz hasta la parte inferior de la mandíbula», especula el guarda según la opinión de un experimentado compañero. 

Un trofeo medallable

El corzo, aparte de contar con una tercera cuerna que lo hace único. Ha dado 115,15 puntos en la medición en verde que los guardas realizaron tras abatirlo (medalla de plata). 

corzo con tres cuernas
Foto: Roberto Peña

«Las rosetas han medido 21 centímetros y 17, la longitud de sus cuernas más desarrolladas 21,5 y 21, las luchaderas 7 y 7,5 y las contraluchaderas 6 y 6,5», recuerda Roberto.
«Aunque es una medición aproximada, es un trofeo precioso», nos cuenta por último Roberto quien además desea destacar que el gusano que afecta a los corzos es un problema en la zona. «De los cinco machos que hemos abatido, tres estaban afectados por él. Sin embargo, nos han obligado a cazar 36 hembras por daños y ninguna de ellas tenía el gusano. Es algo que la administración debe estudiar más y tener en cuenta o va a acabar con la especie». 
 

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