Los cazadores habían disparado por partida doble sobre un jabalí de buen porte. Sin embargo, uno de los disparos produjo un efecto que los dejó totalmente boquiabiertos.
9/1/2018 | Redacción JyS

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Jabalí abatido junto a los perros de Pepe Ayuso. / Foto: Chema Cabezas. 

El pasado 1 de enero Pepe Ayuso y Chema Cabezas estaban cazando al salto en el término municipal de Bañobarez en la provincia de Salamanca cuando ocurrió algo realmente sorprendente.
Según cuenta Cabezas a Jaraysedal.es, los perros de Ayuso eran los encargados de echarles las piezas levantándolas de su encame. En un momento de la mañana los hombres vieron huellas de jabalí y llegaron a una zona de zarzas espesas. Allí los cuatro podencos portugueses empezaron a mostrarse más nerviosos de lo normal y ladraron a una zarza por lo que pusieron en alerta a los cazadores.
Tal y como relata Cabezas a esta revista, él se apartó y su compañero buscó el cobijo de una piedra alta para divisar mejor. Entonces, Ayuso echó una piedra a la zarza para azuzar aún más a los perros para que acometieran contra la pieza. Fue en ese instante cuando de la espesa vegetación salió un jabalí de grandes dimensiones.
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Trofeo del animal donde puede verse en una de las amoladeras parte de la cobertura plástica de la bala. / Foto: Chema Cabezas

Primero disparó Cabezas, aunque falló. Entonces le llegó el turno a Ayuso, que con su semiautomática de marca Benelli cargada con bala Sauvestre disparó contra el suido. Este acusó el tiro, pero no cayó. Al siguiente disparo de Ayuso por fin consiguieron abatirlo.
Al ir a cobrarlo se encontraron con la sorpresa de la mañana. Resulta que el primer disparo había impactado en una de las amoladeras del jabalí y la cobertura plástica con la que cuentan estas balas había quedado alojada en ella.
Ahora, el cazador guardará este singular trofeo como un grato recuerdo.