Tres cazadores de Valverde del Camino (Huelva) rescataron este sábado a un perro de caza que cayó por accidente en un antiguo pozo de mina abandonado de nueve metros de profundidad. El can participaba en una batida de gestión de jabalíes y ciervos celebrada en terrenos de la Sociedad de Cazadores El Pozuelo, en el municipio onubense de Zalamea la Real.

Luis Cejudo, propietario del podenco paternino Tobi de dos años de edad, se percató durante la batida que su perro se había perdido. Gracias al sistema GPS que portaba el perro, su dueño pudo geolocalizarlo y comprobar que había caído a un antiguo pozo de mina vertical, de nueve metros de profundidad y de una anchura aproximada de 1,5 metros que se encontraba apenas señalizado por una una malla de obra en mal estado.

Desde ese momento, este cazador de la localidad vecina de Valverde del Camino activó junto a su hermano y su compadre un operativo de rescate para recuperar de inmediato a Tobi: «Primero localizamos una escalera de 10 de metros de altura y una cuerda de 20 metros de gran resistencia que sirviese de arnés para la persona que se introduciría en el pozo. Después lo transportamos todo en un coche con baca hasta el lugar del rescate y por último iniciamos el rescate. Para ello, mi hermano bajó por la escalera hasta el fondo del pozo atado con una cuerda que sujetábamos mi compadre y yo desde arriba para asegurarlo» explica Luis Cejudo sobre un rescate que duró aproximadamente dos horas y que terminó con Tobi en los brazos de su dueño al borde del pozo.

No es la primera vez que cazadores protagonizan el rescate de un perro caído en uno de estos pozos, que por la zona son bastante comunes y que se encuentran en completo desuso. «Esos pozos son un peligro no sólo para los perros, sino también para las personas: cualquier senderista o amante de la naturaleza podría caer en ellos por accidente» explica Cejudo quien añade que «la Administración debería emprender algún tipo de acción para obligar a señalizarlos correctamente o incluso sellarlos en caso que no sirvan para nada e imponer sanciones para quien los abandone generando un peligro innecesario en el campo».

Precisamente, tras tener conocimiento de este suceso, la Junta Directiva de la Sociedad de Cazadores El Pozuelo ha decidido tapar el pozo donde se produjo este accidente asumiendo íntegramente el esfuerzo económico que se deberá realizar para proceder al tapado.

Este rescate demuestra una vez más que un verdadero cazador nunca abandona o maltrata a su perro, ni siquiera en las peores circunstancias y condiciones. «Lejos de los estereotipos negativos que se vierten interesadamente como clichés contra los cazadores, este caso que hemos conocido en Zalamea La Real refleja la verdadera relación entre un cazador y sus perros» explica José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza, quien ha felicitado a los tres cazadores por su gesto.

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