Pese a la rápida actuación de los agentes medioambientales tras recibir la alarma, el águila real tuvo que ser sacrificada debido a las fuertes lesiones provocadas por una descarga eléctrica.
5/12/2017 | Redacción JyS
Los hechos ocurrieron en la localidad granadina de Alhama el pasado 27 de noviembre mientras cazadores de la sociedad local se encontraban en una jornada de caza.
Fue en ese momento cuando encontraron un águila real con una grave lesión en un ala e inmediatamente su presidente, Antonio Valero, se puso en contacto con los agentes de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma para alertarles del hallazgo.
Fuentes conocedoras de estos hechos explicaron que dos funcionarios medioambientales se desplazaron rápidamente hasta el lugar para hacerse cargo de la rapaz. Inmediatamente la trasladaron al Centro de Recuperación de Especies de El Valle para determinar las causas y extensión de las heridas y tratar de curarla.
El águila real tuvo que ser sacrificado a causa de sus lesiones
Los resultados no fueron positivos y los especialistas diagnosticaron que el águila había sufrido una fuerte descarga eléctrica que había atravesado prácticamente todo su cuerpo. Las lesiones tanto internas como externas eran gravísimas lo que hacía imposible su recuperación y lo que llevó a los veterinarios a decantarse por sacrificar al animal y evitarle así más sufrimiento.
El ejemplar era muy joven y lo identificaron como uno de los dos polluelos que meses atrás nacieron en un nido de la Sierra de Carrascoy y que habían convertido la zona de Los Saladares del Guadalentín -abundante en conejos y liebres- en su territorio de campeo.
En un principio se barajó que el águila real podría haber resultado herida por un disparo y sin embargo, esto no impidió que los cazadores miraran antes por el animal que por las críticas que, erróneamente, a ellos pudieran señalarles. Este comportamiento fue elogiado por los integrantes del dispositivo.
