Los cazadores de la sociedad de la localidad catalana de Calonge han auxiliado en las últimas horas a varias crías de jabalí que han quedado huérfanas después de que los agentes rurales de la Generalitat de Cataluña hayan matado a sus madres. Así lo ha reconocido a Jara y Sedal Pere Juscafresca, miembro de la sociedad de cazadores de Calonge.
Según relata Pere los agentes rurales habrían abatido hasta 23 jabalíes en durante la noche del pasado miércoles. Como ya es habitual, sus cuerpos fueron arrojados a contenedores situados en la vía pública sin aprovechar su carne. El cazador ha grabado los cuerpos de los jabalíes muertos y ha narrado a Jara y Sedal cómo están viviendo esta situación: «Soy el dueño del terreno en el que han actuado esta noche, soy cazador y comprendo tanto a los cazadores como a los agricultores, a las dos partes, lo que no concibo es que se maten de esta forma los animales, no me entra en la cabeza», confiesa.
Auxiliando a crías de jabalí
Según relata Pere Juscafresca, hace tan sólo unas horas que, junto a su hijo de cinco años, tuvo que auxiliar a dos crías de jabalí que se encontró en una cuneta y que habían perdido a su madre fruto de esta matanza ordenada por la Generalitat: «Uno de los animales ni respondía, estaba en los huesos; el otro, más espabilado, sí que comió», asegura tras alimentarlos.
Ahora están en huelga, pero cuando comiencen a cazar realizarán varias batidas de jabalíes al mes: «No necesitamos que venga una patrulla de forestales, con una prepotencia tremenda además, a matar así a los animales. Nosotros los abatimos y luego los aprovechamos, pero es que ellos los tiran a un contenedor de mala forma y luego ni siquiera se recogen, sino que se quedan ahí varios días produciendo una tremenda peste», denuncia Pere.
«Me he gastado mil euros en maíz para que los jabalíes no vayan a mis campos»
Además, la entrega de este cazador y agricultor va más allá, ya que se ha gastado mil euros en maíz para que los jabalíes no vayan a sus campos: «Prefiero que se queden en el monte y que coman el maíz que les echo antes de que bajen a los campos, me los destrocen y lo que también es grave, que puedan ser blanco de los agentes rurales y que los maten a sangre fría», defiende Pere Juscafresa. «Esto ya se está yendo de madre, es inaguantable», sigue incidiendo en el problema que tienen.
Una imagen que se repite semana tras semana
La misma localidad catalana de Calonge (Gerona) volvió a ser hace una semana testigo de las matanzas promovidas por la administración catalana. En aquella noche, los agentes rurales volvieron a matar de madrugada tres jabalíes y sus restos fueron tirados a un contenedor.
También una semana antes, otro vídeo con decenas de jabalíes muertos y tirados a la basura sin que nadie aprovechase su carne en el mismo municipio llenó de cientos de comentarios de indignación las redes sociales. «Los agentes rurales salen sin contar con nosotros, van donde quieren y van matando sin ton ni son animales», explica el presidente del coto social del municipio, Serafín Fernández, mientras comenta la fotografía.