El vídeo de unos cazadores indignados mostrando sus coches destrozados tras una batida se ha hecho viral en las últimas horas: «Estos son los civilizados de los ecologistas», señala uno de los afectados en la grabación. En ésta, muestra los destrozos en los espejos de los vehículos y las ruedas de éstos pinchadas en una grabación cuya ubicación no hemos podido contrastar aún..
«Esto es lo que hacen y luego dicen que los cazadores somos unos salvajes. Igual no tienen carretera para pasar, o sea que esto ha sido queriendo…», se lamenta en el vídeo el cazador mientras muestra todos los desperfectos que han ocasionado a sus vehículos.
Este tipo de situaciones lamentablemente son cotidianas en algunas zonas del país. Semana tras semana, saboteadores organizados se cuelan en cotos con la intención de boicotear cacerías con este tipo de artimañas violentas.
La caza es una actividad legal y legítima y por eso las federaciones autonómicas de nuestro país han decidido poner freno a este tipo de atentados a la libertad individual de los cazadores. Por ejemplo, hace unos meses la Federación Catalana difundió, tras mantener diferentes reuniones con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y la Administración, unos dípticos en los que se explica cómo reaccionar y que hacer frente a este tipo de agresiones radicales, lamentablemente cada vez más frecuentes en el ejercicio de la caza. Estas son todas las pautas a seguir.
Otro caso reciente: desvalijan los coches de tres cazadores mientras estaban en su coto
Lo que le ocurrió a tres cazadores este domingo, 25 de octubre, en el coto social San Isidro de la localidad sevillana de Los Palacios y Villafranca les ha dejado «totalmente consternados». Cuando volvieron para dar por finalizada su jornada de caza menor, descubrieron que unos desconocidos les habían destrozado sus coches: «Uno lo dejaron reventado», denuncia en declaraciones a Jara y Sedal el presidente del coto, Javi Alonso Cuevas. Así ocurrió todo.
Un hecho similar: destrozan el coche de unos galgueros y les roban los perros
Álvaro Ballestero cree que tenían vigilados sus pasos. A pesar de contar con alarma y cámaras, los ladrones actuaron sin esconderse. «Estamos preparados», aseguraba, pero se lamentaba del «descuido a la hora de comer» que los delincuentes aprovecharon para robarle cinco galgos.
Un vecino le alertó cuando vio un todoterreno negro salir del pueblo a toda velocidad con la matrícula tapada.
