En una rueda de prensa ofrecida este miércoles, la Guardia Civil ha destacado la figura de los aficionados a la actividad cinegética que suspendieron cacerías para colaborar en las tareas de búsqueda del cuerpo de Laura Luelmo como «conocedores del campo».
26/12/2018 | Redacción JyS 

El coronel de la Guardia Civil de Huelva, Ezequiel Romero. / La Vanguardia

La Guardia Civil ha destacado, en una rueda de prensa ofrecida en la mañana de este miércoles 26 de diciembre, a las cuadrillas de cazadores que ayudaron hace unos días a buscar el cuerpo de la joven profesora Laura Luelmo como conocedores del campo en la zona de la localidad onubense de El Campillo. En la comparecencia, la Guardia Civil ha explicado los detalles de la muerte de Luelmo por parte de Bernardo Montoya, autor confeso de acabar con la vida de la profesora zamorana.
En cuanto a los cazadores, el coronel Ezequiel Romero, jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Huelva, ha detallado que ayudaron en las tareas de búsqueda de la joven en la zona norte de El Campillo. «La búsqueda se centró ahí, y precisamente el día antes de encontrar el cuerpo un equipo de profesionales y voluntarios, con agentes forestales, ciclistas de montaña y cazadores que conocían muy bien la zona, peinaban los alrededores».
En este sentido, el Coronel ha explicado que «se pasó por allí, pero es normal que pudiera pasar desapercibido, hasta que no estaba a metro y medio no se veía nada». El asesino no había escondido el cadáver, pero este quedó tapado por las jaras. Este es el vídeo de la rueda de prensa:

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El reciente hallazgo de un cadáver por cazadores

Varias personas durante la búsqueda del hombre desaparecido en 2017. / Foto: Miguel Villar-La Voz de Galicia

En cuanto a recientes búsquedas y hallazgos de cazadores similares al caso de Laura Luelmo, destaca el ocurrido hace unos días en la localidad gallega de Castro Caldelas. Tal y como publicó La Voz de Galiciavarios cazadores encontraron un cadáver cuando estaban de batida por Paradela, cerca del cañón del Sil, próximo al lugar llamado Pena de Matacás.
«Los cazadores habían disparado a un jabalí que escapó herido por un acantilado, así que fueron detrás de él y en busca de los perros», explicaba también el digital Faro de Vigo. Fue entonces cuando se encontraron con un cadáver ya esqueletizado pero que conservaba la ropa.
Un caso similar al narrado ocurrió en la localidad catalana de Fogars de Montclús en marzo de este mismo año, donde un grupo de cazadores hallaron el cadáver de un hombre con la cabeza separada del cuerpo.
Aunque según distintas fuentes podría tratarse de un ajuste de cuentas, desde los Mossos d’Esquadra de Granollers aseguraron entonces a La Razón que los investigadores estimaban que en principio «no habría indicios de criminalidad». «El cuerpo (…) se encontraba en elevado grado de descomposición», añadieron.