La caza es tan imprevisible como la vida misma. A menudo se tilda a los cazadores de ser exagerados o mentirosos, pues la distorsión de la realidad de los lances vividos es un clásico. De esta manera, el jabalí adquiere tamaño a medida que pasa el tiempo y la distancia a la que se bajó aquella perdiz que salió larga gana metros.

Muchos otros lances serían directamente increíbles… si no fuera porque son verdad, y están grabados. La irrupción de las cámaras deportivas y los smartphones ha servido para contar con pruebas en aquellos momentos inusuales que vivimos cazando. Prueba de ello es el vídeo que hoy te mostramos.

Desde hace días circula por las redes, causando el asombro de muchos cazadores. Por dos motivos, muestra la extraordinaria salud de la que gozan las poblaciones de lobo ibérico en España y evidencia que esta especie no duda en acudir a la llamada del reclamo del corzo.

Los lobos entran al reclamo del corzo

En las imágenes se puede ver cómo un cazador ve a dos lobos que merodean en una tierra en la que él se encuentra recechando corzos. El hombre se pone a grabar la escena y posteriormente hace sonar el reclamo del pequeño cérvido con su boca. Los lobos lo escuchan e inmediatamente se dirigen hacia él, como si de un duende del bosque que acude a defender su territorio se tratase.

Pero sus intenciones son otras bien diferentes: probar suerte e intentar cazar al animal que emite su chillido. Aunque el desenlace de este encuentro no se muestra en las imágenes, podemos imaginar la cara de sorpresa de los depredadores al descubrir que su ‘corzo’ es realmente un cazador.

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