El siguiente vídeo se está haciendo viral en redes sociales y no es para menos. Las imágenes, compartidas por la conocida cuenta de Instagram @monterias_en_espana_oficial, muestran una escena tan singular como divertida. Claro está que no lo fue tanto para su protagonista. Un cazador llega a cobrar el que creía que sería su primer ciervo de la jornada; pero el animal tenía otros planes.

El cazador llega al animal, feliz, eufórico, como llegaríamos todos después de un lance de montería exitoso. Móvil en mano, se dispone a filmar al «primero de la mañana…», pero antes de tan siquiera haber terminado la frase, el animal se yergue y sale corriendo. El cazador no da crédito a la escena que acaba de presenciar, lo que queda reflejado en el gesto atónito y en el tono incrédulo de sus palabras: «¡Bueno! ¡Que se va!».

Más habitual de lo que se podría pensar

El cazador quiere mostrar la pieza antes de comprobar si está completamente muerto el animal. © Instagram

Entre los comentarios de la publicación son varias las personas que afirman haber pasado por una situación similar. Pese a que la causa exacta no siempre está clara, la principal razón de este comportamiento es el conocido entre los cazadores como ‘calentón de agujas’. Esto ocurre cuando el disparo afecta a alguna parte del sistema nervioso del animal -generalmente a las apófisis vertebrales- causando en él un shock temporal del que suelen recuperarse al cabo de segundos e incluso minutos, dependiendo de la especie.

Aunque el jabalí suele ser el animal que protagoniza más frecuentemente este fenómeno, los corzos y los ciervos -como podrás ver a continuación- también pueden darnos una sorpresa en el campo.

Algo que puede llegar a ser muy peligroso

Si bien en esta ocasión todo ha quedado en una cómica anécdota, tenemos que recordar la importancia de ser cautos y precavidos a la hora de cobrar un animal. Las fotos y los vídeos pueden esperar, la seguridad no.

Antes de sacar el teléfono, debemos asegurar siempre que realmente el animal está muerto y, preferiblemente, no darle la espalda en ningún caso. Este ciervo salió huyendo, pero también podría haberse girado y las consecuencias podrían haber sido desastrosas.

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