Cristino Romero es un cazador natural de la localidad onubense de Almonaster la Real cuya gran pasión es la caza de perdiz con reclamo, una afición que ha llevado hasta tal punto que cría decenas de aves en su domicilio: «Mi pasión por esta práctica viene de herencia, ya que mi padre gran aficionado a la caza y en concreto a esta modalidad me la inyectó  en vena desde que tengo uso de razón», comienza relatando a la redacción de Jara y Sedal.

Sus abuelos también practicaban la modalidad y él es la tercera generación que la lleva a cabo en su familia: «Vivo en zona rural desde hace ya 15 años y desde hace una década vengo criando algunos de mis reclamos. Es muy satisfactorio tener un vínculo estrecho con ellos, y por supuesto cazarlos y definirlos como reclamos consolidados», expone Romero.

Tal es su relación de complicidad con algunos de sus pájaros, que logra tener un trato muy cercano con ellos, como así muestra el siguiente vídeo:

Este cazador suele criar con dos parejas de perdices: «Además, tengo la suerte de que una de ellos saca su propia prole, y los otros huevos los crío con gallinas americanas». En definitiva, esta es una modalidad que le lleva a dedicar mucho tiempo de su vida desde que junta las parejas hasta que saca adelante los pollos y consigue enseñarlos para cazar con ellos otras perdices al reclamo. «Sobre todo, estoy muy agradecido de que mi padre me involucrara en esta tan bonita afición», expone el joven cazador onubense.

Algunos consejos que Cristino Romero ofrece sobre la cría de perdices para caza con reclamo

Otra imagen del cazador con la perdiz. © C. R.

Por último, Cristino Romero ofrece algunos consejos sobre la cría de perdices para caza con reclamo a los seguidores de Jara y Sedal. Sobre cuál es el mejor consejo que podrías dar para criar una buena perdiz de caza con reclamo, Romero explica que él siempre mira que «el macho sea bonito y noble, con buen canto de mayor y la hembra sea cantarina… lo demás es suerte».

A día de hoy explica que tiene en su casa una promesa de nombre Solera, que en los dos celos que tiene «me ha demostrado con creces el gran saber hacer de un buen reclamo». Sobre cómo se puede ‘enseñar’ a cantar a una perdiz y si es algo que se hace, o nace con ello, Romero explica que, «lógicamente, se nace; algunos valen para cazarlos y otros para solearlos… depende para qué lo quieras».

Y, por último, se moja haciendo una arenga al resto de cazadores para conservar la especie en nuestro país: «Deberíamos exigir más el control de predadores, aportarle alimento y agua y que se eliminaran los fitosanitarios».

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