El pasado viernes, el joven valenciano Antonio Moscardo se hizo con el jabalí al que había apodado Fantasma por su carácter huidizo y tras el que llevaba semanas. Sucedió en la localidad valenciana de Montaverner y la sorpresa llegó cuando al dispararlo por primera vez, a unos 6 metros de distancia, éste se arrancó como un obús a por él.  
11/7/2019 | Redacción JyS 

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Moscardo, con el jabalí. / A.M.

El joven Antonio Moscardo Bravo, natural de la localidad valenciana de Montaverner –un pequeño pueblo de la comarca de La Vall de Albaida-, cazó el pasado viernes un espectacular jabalí al que había apodado Fantasma por su carácter huidizo y tras el que llevaba semanas. El momento en que el animal se lanzó a por él cuando lo disparó a unos 6 metros de distancia no se lo desea a nadie. 
El coto donde se desarrolló esta increíble historia es fundamentalmente de caza menor, según nos cuenta Moscardo. Sin embargo, aunque «no es el mejor terreno para el jabalí», intentarlo es «todo un desafío para el cazador», asegura el joven. 
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Dos instantáneas más de Antonio junto al gran animal. / A.M.

Hace aproximadamente dos semanas –a finales del mes de junio-, este joven cazador comenzó a echar comida para las torcaces en su coto, pero pronto se percató de que, en la paja, había hozadas de un jabalí que se estaba comiendo el grano. Al día siguiente puso la cámara de fototrampeo y poco después constató que, al fondo de una de las fotografías que esta sacó, se veían los cuartos traseros de un gran macho.

A las 23:30 de la noche llega la primera sorpresa

El viernes pasado, Antonio decidió que sería el día perfecto para llevar a cabo su espera. A las 21:00 horas se colocó en el puesto y alrededor de las 23:30 horas de la noche fue cuando escuchó al primer animal. «Lo escuché subir por el ribazo y entró al comedero de palomas como un perro, de cabeza, por lo que no le di opción», admite el cazador.
«Cuando vi el bulto a escasos 60 metros, encendí la linterna para ver si estaba cruzado, pero con la mala suerte de que no fue así», sigue relatando sobre el emocionante momento del lance. Moscardo dice que «no hizo caso a la luz», por lo que pudo dedicar unos segundos a apuntar en la zona de la paletilla y a apretar el gatillo. El animal cayó fulminado, pero… al acercarse el cazador comprobó que no era el jabalí que había visto en la cámara de fototrampeo. «Era grande y gordo, de unos tres años. Pero el otro era mejor».

Poco después aparece el jabalí ‘fantasma’

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Los colmillos y amoladeras del gran animal. / A.M.

Al llegar al coche a dejar el jabalí, Antonio Moscardo abrió la puerta y, de repente, escuchó ruidos. «Parecía que se movían unos almendros, por lo que cogí otra bala de la caja, la puse en el cargador, metí otra en la culata y fui hacia allá», relata.
El joven se acercó sin hacer ruido, caminando unos 150 metros y vio cómo otro jabalí se encontraba «repasando los almendros». Con el aire a su favor, se metió encima de él y, cuando lo tenía a pocos metros encendió la luz y disparó. «El jabalí empezó a saltar y se arrancó hacia mí. Instintivamente lo metí de nuevo en el visor y le di un segundo disparo con el que, afortunadamente, conseguí abatirlo antes de que me alcanzase», expresa el joven sobre el impactante momento en que cazó el gran animal protagonista de esta noticia.