Este joven mallorquín continúa cazando conejos a garrote, la técnica que empleaba de morralero y con la que aún consigue protagonizar apasionantes lances.

Los perros de Miguel junto a una de sus capturas. / M.F.

Miguel Ferrari Jiménez tiene 35 años y caza conejos a garrote desde que era niño. Según ha relatado a Jara y Sedal, aprendió junto a su cuñado, Joaquín Gordillo, con quien comenzó a cazar. «Él tenía permiso de armas y yo le acompañaba. Aunque yo tenía licencia de caza, no tenía escopeta, por lo que comencé como los antiguos, con un palo», nos cuenta.

El Ferrari, como todo el mundo le conoce en su pueblo -El Arenal, Mallorca-, ha cazado a garrote este año once conejos. «Es muy difícil, no siempre se acierta, pero este año se ha dado bien», asegura.

Miguel reconoce que no entrena. «Son muchos años de experiencia. Adelanto el lanzamiento igual que se hace con el tiro de una escopeta», detalla sobre su técnica.

Los perros de Miguel, los auténticos protagonistas

Ferrari caza junto a su «vieja bretona de quince años, otra perra negra de la misma raza que tiene siete años y tres podencos más jóvenes que vienen de la perrera de «Los Boticarios», de Silverio Mozo». «Me los envió desde la península y estoy muy agradecido», apunta sobre los canes con los que comparte jornadas de caza.

Aunque en las redes sociales sus vídeos cazando conejos vara en mano han creado sensación, Miguel no solo caza a garrote. «También voy a las torcaces, a la perdiz, a la liebre. A estas últimas si no me las paran los perros no las tiro», apunta sobre el resto de modalidades de caza con escopeta que también practica.