Por David Asín

La puntería en la caza con arco es un arte que combina destreza, paciencia y respeto por la naturaleza. Es esencial para garantizar una caza ética y responsable. Sea cual sea la situación y el animal al que te estés enfrentando debes ser capaz de efectuar un flechazo limpio y preciso y para ello te proponemos cinco ejercicios que mejorarán tu técnica antes de salir al campo.

1. Tirar con los ojos cerrados

Colócate a poca distancia de la diana, entre uno y cinco metros –en función de su tamaño– para que puedas tener bastante margen de error. Abre tu arco y prepárate para disparar con normalidad. Una vez conseguida la posición deseada, cierra los ojos y concéntrate en sentir las sensaciones de la empuñadura, el disparador y la cuerda en la nariz o botón de boca. Ejecuta el tiro muy lentamente hasta que te sorprenda la salida de la flecha. Con este ejercicio conseguirás memorizar la secuencia sin la presión de tener que hacer blanco en ningún punto en concreto y así detectar rápidamente si cometes algún error en tu mecánica de tiro. 

2. Tirar en ángulo y sentado en la caza con arco

Cazando con arco solemos encontrarnos con las condiciones opuestas a las de un campo de entrenamiento: viento, poca luz, terreno escarpado con vegetación… y la tensión generada por la adrenalina del lance. Los tiros hacia arriba o abajo o con una mala colocación de pies son bastante complicados, así que conviene practicarlos regularmente. La técnica en pendiente es prácticamente la misma que en llano, sólo que hay que inclinar el tronco, cadera incluida, hacia el objetivo. Un error habitual es hacerlo sólo en parte o únicamente los brazos sin utilizar la cadera, perdiendo la estabilidad necesaria para ejecutar el disparo con garantías. Un pequeño truco para empezar es abrir el arco en horizontal, anclar y a continuación inclinar la parte superior del cuerpo por la cadera hasta conseguir apuntar al blanco. 

Un cazador practicando el tiro desde su treestand. © David Asín.

3. Apuntar sin tirar

Es el ejercicio opuesto al primero. Colócate a una distancia de la diana cómoda, a la que estés acostumbrado a tirar. Abre el arco y apunta con el pin correspondiente. Intenta mantenerlo sobre el objetivo durante diez segundos, destensa el arco y descansa un minuto. Vuelve a repetir la misma acción cuatro veces más. Así conseguirás concentrarte en apuntar, colimar el visor, mirar la burbuja y mantener el pin en el blanco sin la presión de ejecutar el disparo. Después repite el ejercicio, pero esta vez disparando.

Ten en cuenta que nadie es capaz de dejar el pin totalmente quieto en el punto de impacto y es normal que el punto ‘flote’ sobre esa zona: el objetivo final es que ésta sea lo más pequeña posible para que cuando ejecutes el disparo el error sea mínimo. No te obsesiones con dejarlo con dejarlo totalmente parado, es imposible.

Es importante practicar los disparos hacia arriba y abajo. Muchos arqueros se centran sólo en los segundos quizá desconociendo que los primeros son aún más difíciles. Además, con este tipo de entrenamiento podrás comprobar si tu telémetro compensa bien los tiros en pendiente. Realízalo también desde treestand sobre una diana portátil y tanto de día como de noche, ya que la mayoría de los lances con jabalíes los tendrás que afrontar sin luz; si no dispones de uno, puedes sustituirlo por una silla colocada en un pequeño barranco.

4. Tiros rápidos

Son disparos muy habituales, bien porque el animal se esté moviendo o porque le queramos parar para hacer un disparo estático. En estas situaciones es difícil comprobar todos los elementos de puntería, como la guarda del visor, el peep o la burbuja del visor. Normalmente sólo nos da tiempo a abrir y tirar: por eso es tan importante entrenarlos para detectar y corregir los fallos de postura que puedas cometer en estas situaciones.

Una buena agrupación de flechas en la diana. © David Asín.

En un tiro pausado, si el peep te queda un poco alto tienes tiempo para corregir la postura y colimar con el visor; al practicar los rápidos te darás cuenta de que, al ejecutar la mecánica más rápido de lo normal, tu peep suele queda altor y tus tiros bajos. Muévelo para asegurar que queda colocado a tu altura. 


El hombre ya practicaba la caza con arco en Europa hace 54.000 años


Para realizar este ejercicio hazte con seis flechas y colócate a una distancia que no te sea excesivamente cómoda, unos 30 o 40 metros. Dispara todas y comprueba la agrupación. Si no es demasiado buena, en la siguiente tanda repite la misma práctica pero anclando rápido y sin disparar y comprueba dónde está el error: el peep girado, la burbuja del visor mal colocada, no hay colimación con el visor, el torque en la mano. Si el anclaje rápido te va bien, entonces el fallo estará en la ejecución del disparo, que es la que tendrás que corregir.