A veces, las jornadas de caza dejan a los cazadores imágenes realmente sorprendentes. Seguro que no es la primera vez que vamos a presenciar una de ellas, pero no por ello deja de ser muy curiosa. En esta ocasión, el protagonista de tal escena ha sido un característico ejemplar de ciervo con unas cuernas que son de todo menos comunes.
El cazador que consiguió abatirlo se llama José Cortés. Él mismo ha relatado al equipo de Jara y Sedal el lance que tuvo lugar el pasado domingo, 28 de enero. Fue en la finca Santo Tomé, ubicada en el municipio de Los Yébenes, en la provincia de Toledo.
José participaba en una montería que se celebraba en dicha finca en la que, tal y como él mismo ha indicado, contaban con «un cupo de dos ciervos». «Nos tocó un puesto de torreta, la número 10», ha querido matizar.
Dos animales de un disparo y un ‘ciervo berenjena’
De un momento a otro, José pudo ver cómo le entraron varios ciervos y fue entonces cuando decidió apuntar «al más grande». Más allá de su tamaño, el cazador aún no podía imaginarse que ese ejemplar, precisamente, iba a regalarle otro trofeo muy diferente al resto que le rodeaban.
Un rehalero se sumerge en las aguas heladas de un pantano para recuperar a un ciervo
Tras el disparo, el animal cayó abatido y, para sorpresa de José, resultó que otro ciervo, ese «tan singular» del que hablamos, estaba justo detrás del que tenía en su objetivo. De esta manera, el cazador abatió a los dos de un mismo disparo.
Finalmente, el resultado de esta jornada de montería fueron esos dos ejemplares de ciervo, uno de ellos de abierta cuerna y muy bonito, y el otro ese con unas cuernas tan características. «Según me comentó el taxidermista Juanjo Garoz, a este tipo de ciervos les llaman ciervo berenjena, por las dos cuernas caídas en forma de esta hortaliza», ha concluido detallando como curiosidad.