Cataluña ha experimentado un aumento de las poblaciones de corzo (Capreolus capreolus) que ha llevado a la Dirección General del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural a tomar algunas medidas para frenar su población y evitar que «se convierta en un problema como el jabalí». De esta forma, ha equiparado su periodo de caza al de los cochinos, aumentándolo en las comarcas de la Garrotxa y del Alt Empordà hasta el 31 de marzo.

Otra de las medidas que ha aprobado Acció Climàtica es que se pueda cazar tanto a machos como a hembras y en cualquiera de las modalidades que están permitidas. En algunos períodos solo se podía cazar a uno de los dos sexos. Tal y como ha manifestado la directora de los Servicios Territoriales en Girona, Elisabet Sánchez, es la mejor manera de «anticiparse» a la reproducción de este animal y que llegue a ser una plaga como sucede con el jabalí (Sus scrofa).

Un claro ejemplo de la problemática que se vive en algunas zonas se puede ver en los campos de alubias de la Garrotxa y los viñedos del Alt Empordà, dos de las zonas más corceras, donde estos animales están causando importantes daños a los cultivos. De hecho, el número de ejemplares cazados se ha incrementado casi por cinco en los últimos diez años. De los cerca de 500 que se cazaban en 2012, se ha pasado a 2.387 en 2023.

Elisabet Sánchez ha asegurado que esta medida se adopta «como resultado de la experiencia que tenemos con el jabalí», y ha indicado que «evidentemente tenemos que poner en marcha cuanto antes este seguimiento más cuidadoso y más exacto». A pesar de todo, la directora aclara que aún no se puede hablar de plaga, como sí pasa con el jabalí, pero que su imparable aumento les ha llevado a aprobar esta resolución.