La Asociación de Titulares de Cotos de Caza de Guadalajara (ATICA Guadalajara), presente en el Consejo de Caza celebrado el pasado 28 de febrero de 2023, ha denunciado en una nota de prensa las propuestas trasladadas por la Consejería de Desarrollo Sostenible para la elaboración de la próxima Orden de Vedas de Castilla-La Mancha, correspondiente a la temporada cinegética 2023/2024.

Más en concreto, ATICA Guadalajara considera una aberración la medida incluida en el apartado 2.4 del artículo 12 del borrador, consistente en que «durante el mes de abril se deberá controlar ejemplares juveniles de machos (de corzo), para lo que se entregará un precinto especial». Según señalan desde ATICA Guadalajara, «podríamos entender que en esa época se autorizase la caza de hembras de un año de edad, siempre que vayan acompañadas de una hembra adulta que lleve dos o más crías, pero nunca la de machos de uno o dos años de edad».

Por otro lado, en el apartado 2.2 de este mismo precepto se establece textualmente que: «Se permite el control de hembras de corzo durante el desarrollo de las modalidades de gancho, montería o batida». En este sentido, para ATICA Guadalajara, «como ya expresamos en el Consejo, además de ser dos medidas contraproducentes para la correcta gestión de corzos en un acotado, no tienen ningún sentido si de lo que se trata es de rebajar la densidad de corzos en determinadas zonas de la región. Sería mucho más efectivo confiar en la gestión de los titulares cinegéticos y darles apoyo para que realicen un control de densidades de una forma lógica y ortodoxa».

Asimismo, ATICA Guadalajara entiende que «nos encontramos en esta situación por un error de la Administración al no autorizar durante decenas de años la caza de hembras de corzo y al limitar al máximo, con números de capturas ridículos, la caza de machos de corzo», de tal forma que «actualmente los gestores de los cotos se encuentran con la imposibilidad de cazar un número de corzos adecuado porque lo tienen limitado por los cupos que autoriza la Administración».

Por todo ello, ATICA Guadalajara apoya el aumento de los cupos máximos de capturas de esta especie en los planes de ordenación cinegética de los acotados, tal y como prevé el apartado 3.3 de dicho precepto, aunque insiste en que «ese aumento debe prolongarse en el tiempo, aprobándose los aumentos de capturas que se justifiquen en los planes de ordenación cinegética».

En definitiva, a juicio de ATICA Guadalajara, «las medidas que propone la Administración no tienen ninguna lógica» y «debe llevarse a cabo una gestión adecuada que reduzca la densidad de ejemplares en las zonas que lo precisen, pero que no tire por tierra la buena labor realizada por los gestores cinegéticos de Guadalajara, quienes han conseguido que esta provincia se encuentren los mejores corzos de España».

«Injustificada» reducción de cupos de zorzal

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Zorzal en la mano de un cazador. © Israel Hernández

Por otro lado, ATICA Guadalajara también denuncia la «drástica disminución» de los cupos de capturas de otras especies, como es el caso del zorzal, que desde la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible en Guadalajara se viene llevando a cabo «de manera indiscriminada» en los últimos años. «Para garantizar un aprovechamiento adecuado de la especie, es más que suficiente la limitación establecida en la propia Orden de Vedas de 30 zorzales por cazador y día», señalan desde ATICA Guadalajara. Y es que, a juicio de dicha asociación, «no nos parece lógico que en cotos en los que desde hace años venía autorizándose la captura de 2.000 ó 3.000 zorzales por temporada, ahora se disminuyan estos cupos a la irrisoria cantidad de 300 ó 400 ejemplares por temporada».

Según ATICA Guadalajara, «la correcta gestión en la caza de los zorzales ha quedado demostrada a lo largo de los años, ya que se ha comprobado que su densidad ha ido en aumento, aun sabiendo que su presencia en la zona de Molina de Aragón depende de la cantidad de fruto con la que cuenten las sabinas albares y siendo lo cierto que es habitual que se alternen, cada dos o tres años, temporadas malas y temporadas excepcionales».

Para dicha asociación, «la Administración no puede acabar arbitrariamente con su caza, que es fundamental para el desarrollo económico y social de la comarca de Molina de Aragón, invitando a los cazadores a practicarla en otras provincias limítrofes que no cuentan con estas absurdas restricciones».

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