Las siglas PCP corresponden a las palabras Pre Charger Pneumatic –aire precomprimido–. Estas carabinas incorporan un cañón estriado de máxima calidad y, a diferencia de las tradicionales, es fijo. Al ir soldado, garantiza mayor precisión que las articuladas, las cuales deben abrirse para ser recargadas. Las carabinas PCP cuentan con cargadores y un depósito de aire recargable. 

Como ya hemos indicado, su principal ventaja es la precisión. «Si le incorporas el visor adecuado, podrías acertarle a un saltamontes a 40 metros de distancia», asegura Jordi Subirana, gerente de Arcea, empresa especializada en carabinas PCP. «La velocidad del tiro es constante, de modo que siempre obtendremos la misma reacción del proyectil, pudiendo así acertar la diana con facilidad», afirma Jordi. Otro punto a su favor es que no tiene retroceso y que es muy silenciosa, por lo que no es necesario utilizar protectores auditivos. Además, al disparar balines resulta muy barato tirar con ella.

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Carabina. © JyS

Otra ventaja es que permite al usuario regular la potencia de salida de balín fácilmente jugando con la presión del aire, que se puede ver en un pequeño manómetro que incorpora el arma. Sin embargo, recordamos que en España y Portugal la presión máxima que permite la ley para este tipo de escopetas de aire es de 24 julios, aunque en otros países del mundo se pueden emplear carabinas PCP de hasta 100 julios.

Hay dos formas de cargar una carabina PCP: con una bomba manual, similar a un inflador de bicicleta, o con una botella de buceo.

¿Cómo funcionan las carabinas PCP?

Como hemos dicho las carabinas funcionan con un depósito de aire precomprimido. Una vez que éste se agota, el tirador sólo tiene que recargarlo para seguir disparando. Existen dos maneras de hacerlo: con una bomba manual, similar a un inflador de bicicleta o con una botella de buceo. El precio de partida del sistema de recarga más sencillo ronda los 130 euros, y con una carga se pueden disparar aproximadamente 80 tiros. Las carabinas se cargan a 200 bares de aire. ¿No sabes con qué compararlo para saber hasta qué punto su presión de aire es altísima? Te damos una pista: un compresor normal trabaja a 6 u 8 bares. Juzga tú mismo.

¿Diferencias con las carabinas de muelle?

La gran diferencia entre las carabinas convencionales de muelle y las PCP es que la convencional empuja el balín con el muelle, produciendo un impacto en nuestro cuerpo mediante el retroceso y haciendo vibrar el arma. Por el contrario, la PCP tiene un pequeño muelle que toca suavemente el depósito del aire, que es el que empuja el balín con un disparo realmente suave.

Los diseños de las carabinas PCP son variados desde una estética clásica, pasando por una táctica como Onix Bulk de Arcea o las compactas, que facilitan su uso al ser más cortas. Su calibre puede ser de 4,5, 5,5 o 6,35 y el precio de partida de los modelos más asequibles no llega a los 200 euros.

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Las carabinas PCP no requieren licencia de armas

En España la caza con carabinas PCP está prohibida, sin embargo es una herramienta excepcional para aquellos cazadores que quieren entrenar su puntería con un arma económica y muy similar a un rifle. Los usuarios que más las utilizan son amantes del tiro que buscan disfrutar de este tipo de armas de aire, ya sea en campos de tiro especializados en PCP, en las competiciones Field Target –una disciplina deportiva de tiro al blanco– o en casa. Son muy demandadas puesto que son de venta libre y no exigen licencia de tiro ni permiso de armas.

En algunos países como Inglaterra o Argentina está permitido el uso de carabinas PCP para fines cinegéticos, y hay cazadores que son capaces de abatir hasta jabalíes adultos con ellas, como se puede apreciar en el siguiente vídeo.

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