Su nombre es Enrique Teruel y lleva 50 años dedicando su vida a sus ovejas. Ahora, las difíciles circunstancias que traviesa el mundo rural le han obligado a vender su rebaño y, de este modo, acabar con la última ganadería de la localidad de Checa, en Guadalajara.

Era el pueblo más ganadero de toda la provincia. En él, hace tan solo tres décadas llegaron a tener 40.000 cabezas de ganado. A pesar de ello, Enrique ha tenido que despedirse de sus 900 ovejas y, por lo tanto, poner fin a esta histórica tradición en el municipio.

«Es lo que toca. Podría haber aguantado dos o tres años más, pero esto no funciona», ha contado el ganadero al programa Ancha es Castilla-La Mancha. Asimismo, ha asumido como inevitable este difícil momento por el que está teniendo que pasar.

Adiós a la última explotación ganadera de Checa

«Esto está muy mal y es trabajar y trabajar para nada. Pues lo mejor es quitarlas y ya está», ha admitido con resignación. A lo largo de estos años, el pastor ha pasado por todo tipo de situaciones, incluidos «momentos buenos, malos, con nieve, con ataques de alimoches, ataques de buitres, de lobos…», relata.

La venta de estas ovejas supone la despedida de los últimos ejemplares que aún quedaban en Checa y, por consiguiente, un punto de inflexión en la historia de la localidad.


Un anciano pastor recuerda viejas historias de lobos atacando a sus ovejas


El reportaje realizado por Castilla-La Mancha Media nos muestra el instante en el que Enrique dice adiós a sus ovejas. Juana, su hija, ha querido destacar que «es una pena que en un pueblo que siempre ha vivido de esto ya no quede nada».

Por último, vemos a los 900 animales abandonando Checa. «Me duele mucho, pero la vida es así y hay que aceptarla», ha confesado el pastor ante el inevitable desenlace.

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