Cuando llega el verano, el contacto que tenemos con la naturaleza es mayor que el resto del año por lo comunes que son las salidas al campo o las escapadas a zonas rurales. Esto puede dar lugar a que estemos más expuestos a las garrapatas y sus picaduras y, por lo tanto, a las enfermedades que pueden causar.
De hecho, esto ha aumentado a lo largo de los últimos años y, por esta razón, las advertencias de veterinarios y médicos de toda España son cada vez mayores. La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) ha afirmado que «la población de garrapatas se ha disparado en nuestro país en los últimos años y no para de crecer».
Una de las principales causas de que esto esté ocurriendo es el aumento de las temperaturas. Es por todo ello que los expertos están pidiendo extremar las precauciones y el nivel de control de este artrópodo, un vector transmisor de enfermedades con tanto riesgo para la salud como la enfermedad de Lyme.
Incremento de garrapatas en zonas urbanas
Aunque su presencia es mayor en zonas boscosas, lo cierto es que esos terrenos verdes urbanos no están libres de peligro. Así lo dio a conocer un estudio que advertía de la gran presencia de bacterias zoonóticas en garrapatas en áreas suburbanas de Lugo.
Sobre esto, los autores explicaron que sus resultados revelaban que «poblaciones de garrapatas habitan áreas urbanas y suburbanas de la ciudad de Lugo, lo que implica un alto riesgo de picaduras».
La actual situación en España
Para tener un conocimiento más actual y concreto acerca de la situación que a día de hoy estamos viviendo en España, el Ministerio de Sanidad y la UE, a través de los Fondos Next Generation, ha financiado un proyecto que pretende crear un Grupo Nacional de Expertos sobre Garrapatas y Enfermedades transmitidas.
Con él quieren conseguir una referencia para la creación de contenidos y apoyo, hacer el primer mapa global de las garrapatas de España, completar el mapa con la distribución de los principales agentes zoonóticos bacterianos y víricos y su relación con las distintas especies de garrapatas, y crear una colección nacional de garrapatas y material genético.
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La relevancia de la prevención
En cuanto a las acciones de prevención que deberíamos llevar a cabo, debemos tener en cuenta que los perros pueden actuar como reservorio de pulgas y garrapatas y, así, aumentar el riesgo de que las personas en contacto con esos animales sufran alguna picadura.
Por lo tanto, resulta algo imprescindible el realizar un adecuado tratamiento antiparasitario y, de esta manera, garantizar la salud de nuestras mascotas y de nosotros mismos.
También es aconsejable aplicarse repelente de ácaros cuando vayamos al campo y evitar deambular por zonas de hierba en la medida de lo posible.