Este martes 6 de mayo, un grupo de personas lideradas por un conocido activista ecologista protagonizó un ataque vandálico en pleno corazón del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. La acción, consistente en el desmontaje parcial de las clavijas de Cotatuero, ha obligado al cierre temporal de la emblemática ruta de la Faja de las Flores mientras se evalúan los daños y se contempla su posible restauración.

Un ataque grabado y difundido en redes sociales

El responsable del acto es Jesús Vallés, «un histórico del ecologismo radical de la provincia de Huesca», tal y como lo definen desde Heraldo, que grabó y difundió varios vídeos donde explicaba los motivos de la acción. En las imágenes se le ve junto a otras tres personas mientras cortan con una sierra las clavijas metálicas instaladas en las paredes verticales del circo de Cotatuero. Su objetivo declarado: eliminar lo que considera una artificialización innecesaria del medio natural.

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Vallés justificó su acción con un discurso cargado de simbolismo ecologista, acusando al cazador y conservacionista británico Edward Buxton de haber contribuido a la desaparición de especies como el bucardo o el urogallo en la zona.

Clavijas con 140 años de historia

Las clavijas de Cotatuero se instalaron en el año 1881 por los herreros Bartolomé Lafuente y Miguel Bringola, de Torla, por encargo del propio Buxton. El británico buscaba facilitar el acceso a los prados superiores del circo para practicar la caza de alta montaña. Aunque hay fuentes que aseguran que no llegó a poder utilizarlas, con el tiempo aquellas clavijas se convirtieron en un paso imprescindible para montañeros y senderistas, hasta formar parte de la historia viva del alpinismo en los Pirineos.

Para el autor del sabotaje, este equipamiento supone una afrenta al equilibrio natural. Según informa el citado meddio, en un panfleto buzoneado en Torla y firmado con su nombre y teléfono, afirmaba: «Clavijas de Cotatuero: deben ser retiradas ya. Ordesa agoniza».

Otros grupos condenan su actuación

El acto ha sido inmediatamente condenado por las principales organizaciones conservacionistas de Aragón. Desde la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, su portavoz Juan Antonio Gil ha declarado: «Desde las organizaciones ecologistas de Aragón nos desvinculamos y criticamos su acto vandálico».

Además del impacto ecológico que Vallés pretendía denunciar, su acción ha generado un grave problema de seguridad. Las clavijas de Cotatuero permiten a los senderistas superar con garantías un tramo extremadamente vertical. Su retirada sin aviso previo ha puesto en riesgo a quienes pudieran encontrarse en la ruta durante la acción.

El Parque Nacional ha puesto los hechos en conocimiento de la Guardia Civil y ha anunciado que formalizará la denuncia una vez que los agentes del GREIM concluyan la evaluación de daños. Los responsables podrían enfrentarse a cargos penales por el sabotaje de infraestructuras de uso público en un espacio natural protegido.

Un personaje polémico y reincidente

Según detalla Heraldo, Jesús Vallés no es nuevo en el activismo radical. En los años 90 fue miembro de la organización S.O.S. Naturaleza, destacando por su defensa de la reintroducción del oso y el lobo, y por enfrentamientos con ganaderos. En 2011 encabezó una controvertida lista electoral al Ayuntamiento de Zaragoza por Los Verdes-Grupo Verde, que fue impugnada porque «incluía a varios neonazis del Movimiento Social Republicano (MSR)» y porque en la misma habrían incorporado a militantes ecologistas sin informarles de la presencia de miembros del MSR.

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