Por Asiccaza
La Asociación Interprofesional de la Carne de Caza Silvestre (Asiccaza) ha puesto en marcha una nueva campaña para intentar conseguir que las Administraciones aprueben una línea de ayudas para las empresas productoras y comercializadoras del sector, con el fin de hacer más llevadera la complicada situación por la que pasa el sector.
Este movimiento se produce después de que Asiccaza ya solicitase a los Ministerios de Economía y Hacienda y de Agricultura apoyo para dinamizar el sector de la carne de caza ante la actual crisis sanitaria. En concreto, Asiccaza reclamó la aplicación de una fiscalidad reducida, ayudas al almacenamiento privado y a la promoción de los productos de la carne de caza.
Hace unos días la entidad presentó también sus alegaciones al Real Decreto-Ley 5/2021 de medidas extraordinarias de apoyo a la solvencia empresarial en respuesta a la pandemia de la COVID-19, en las que pedía la inclusión del sector en el grupo de actividades susceptibles de recibir estas ayudas. En el caso de los comercializadores ASICCAZA explica que aunque se trata de una industria cárnica, sus características singulares hacen que sea enormemente dependiente del canal HORECA, con una cadena de valor vinculada a la restauración y al turismo. «De hecho, es totalmente anecdótico la carne de caza que se vende en supermercados o tiendas de alimentación al consumidor español al contrario de lo que ocurre con otras industrias cárnicas», explica Asiccaza.
Esto supone que las empresas de carne de caza han sufrido de manera muy especial los efectos del confinamiento, la paralización del turismo, los cierres y limitaciones a la hostelería y la reducción del canal de salida natural de su producto. En concreto, según Asiccaza estas industrias han sufrido reducciones de hasta un 53% de su facturación, a lo que se une una bajada de precios enorme por la falta de ventas reflejados en las lonjas. «Es decir, se ha vendido muchísimo menos y además infinitamente más barato», apunta la entidad.
Además, los productores enmarcados en Organizadores de caza, explotaciones ganaderas y otras empresas cinegéticas han visto también afectada su situación económica por la limitación a la movilidad de los cazadores, especialmente de los procedentes del extranjero, que sustentan gran parte del aspecto comercial de estas explotaciones llegando algunas empresas a reducciones de facturación superiores al 90 %.
De forma paralela Asiccaza ha remitido una carta a los consejeros de Economía de las diferentes comunidades para abordar este asunto de cara al posible establecimiento de líneas autonómicas de ayudas. El primer encuentro de esta ronda de contactos ya se ha producido con el director general de Empresas de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Francisco Javier Rosell Pérez, que ha mostrado todo su apoyo y el de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha al sector y se ha comprometido a estudiar las solicitudes de la Interprofesional, que ha agradecido su sensibilidad y consideración con el sector de la carne de caza, al tiempo que ha confiado en que en breve este apoyo se materialice en alguna medida concreta.
Hay que recordar que la línea de ayudas aprobada por el gobierno incluye actualmente a negocios de hasta 95 actividades, con importes a recibir que se situarán entre los 3.000 y los 200.000 euros, en función del tipo de compañía y las pérdidas que haya tenido, y la manera en la que se cotiza en el caso de los autónomos. Así, se articula un conjunto de medidas para movilizar una inversión pública de hasta 11.000 millones de euros en torno a cuatro líneas de actuación: tres fondos adicionales para financiar ayudas directas, restructuración de balances y recapitalización de empresas y la prórroga de moratorias fiscales y concursales.