No todos eran muy precisos, pero sí que suponían un gran avance para la época en la que fueron fabricados, cuando sólo disponían de sus propios ojos para hacer blancos lejanos y los potentes visores llenos de aumentos ni si quiera se imaginaban. Algunos hoy son piezas únicas, de otros todavía se conservan unos pocos ejemplares. Pero lo que si tienen en común es el alto precio que tendrás que pagar si eres coleccionista y quieres hacerte con una de estas joyas históricas. Afortunadamente, podemos disfrutar de estas imágenes que nos acercan a la visión a través de estas armas históricas.
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Jara y Sedal
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