La red social cerró la página de una empresa de caza por utilizarla «para organizar actividades criminales o celebrar crímenes». La Fundación Artemisan ha recordado a Facebook a través de un escrito que no puede censurar una actividad legal y legítima.
15/10/2019
La Fundación Artemisan han remitido un escrito a los responsables de la red social Facebook en la que reclaman la reactivación de la página de una empresa cinegética cuya cuenta ha sido suspendida, al tiempo que les recuerda que no se puede censurar una actividad legal y legítima que no incumple ninguna de las normas de la propia red.
En este caso se trata de página Mayo Oldiri Safaris Cameroun, que ha sido suspendida, según ha comunicado la red social, por «utilizar Facebook para organizar actividades criminales o celebrar crímenes que se han cometido». El departamento jurídico ha examinado las normas comunitarias relativas a los contenidos de las páginas en Facebook y ha llegado a la conclusión de que la página indebidamente censurada no es contraria ni a la seguridad, ni la voz, ni la equidad en la forma descrita por ustedes en las indicadas normas comunitarias.
Así, consideramos que no hay fomento alguno al daño en el mundo real, toda vez que la caza constituye una actividad lícita que implica una importante fuente de ingresos, especialmente en zonas o países desfavorecidos, que han encontrado en la actividad cinegética un recurso de primer orden. De hecho, recuerda Artemisan, la empresa Mayo Oldiri Safaris, titular de la página censurada, centra su actividad en Camerún, país africano de escasos recursos y mucha pobreza, donde la organización de safaris con cazadores extranjeros supone uno de los principales fuentes de ingresos, y donde gracias a la caza controlada que desarrollan las empresas de safaris se ha conseguido una notable recuperación de muchas especies que en su momento se encontraban en peligro de extinción.
En cuanto a la voz (según definición extraída de sus normas comunitarias), «es preciso recordarles que la caza constituye una actividad que practican muchos millones de personas en todo el mundo», ya que «solo en Europa hay actualmente más de 7 millones de cazadores». «Se trata de una actividad lícita que como cualquier otra actividad tiene amigos y detractores, pero precisamente esta diversidad de opinión se consigue con la publicación de páginas como la censurada injustamente por ustedes», explica la Fundación en su escrito.
Por último, la entidad explica que con esta decisión «están considerado a la caza como una actividad criminal», y la publicación de imágenes de cazadores como «celebrar crímenes que se hayan cometido» lo cual es «ilegal, manifiestamente injusto y contrario a la libertad de expresión, además de claramente ofensivo para los millones de practicantes de una actividad que ha sido considerada en reiteradas ocasiones como esencial para la conservación de la naturaleza».
La Fundación Artemisan señala que «asociaciones y personas de gran relevancia social y económica promueven y practican la caza, alguno de ellos muy cercano a Facebook», y solicita en nombre del colectivo de cazadores la inmediata reactivación de la página de Mayo Oldiri Safaris injustamente censurada.