El arruí (Ammotragus lervia) es un bóvido ungulado de gran tamaño, herbívoro, de color claro y robustos cuernos cuyo hábitat preferente son los terrenos escarpados de gran altitud. Su presencia en España fue fruto de la reintroducción y actualmente se encuentra en clara expansión por nuestro territorio.

Morfología

En cuanto a su morfología cabe destacar su larga melena que se extiende entre la garganta y pecho, llegando a ocupar en los animales más adultos parte de las piernas delanteras.

El dimorfismo sexual se centra en el tamaño corporal y de sus cuernos. Los machos de arruí pueden llegar a alcanzar los 150 kilogramos, una altura a la cruz de 100 centímetros y unos cuernos por encima de los 70-80 centímetros. Las hembras, de menor tamaño, no suelen sobrepasar los 90 kilogramos y los 90 centímetros a la cruz, así como unos cuernos más cortos y finos.

Su pelaje es de color pardo claro, manteniendo casi la misma tonalidad durante todo el año. Los machos adultos pueden portar un color más oscuro.

Sus cuernos con forma de circunferencia hacia atrás, mantenidos durante todo el año, son muy robustos y con numerosas estrías, que desgastadas por el paso de los años sirven para conocer su edad con gran exactitud.

cuernos arrui macho
Cuernos de arruí macho © Shutterstock

Introducción del arruí y hábitat en España

Proveniente de Sáhara y el Magreb, el arruí fue introducido en España en 1970 en el Parque Natural de Sierra Espuña (Murcia) con fines cinegéticos, siendo pocos años más tarde introducido en La Palma (Islas Canarias).

Arruí en Alicante

Con el paso de los años, y gracias a su extremada adaptabilidad, ausencia de depredadores y una elevada tasa de natalidad, se ha ido expandiendo por la geografía española ocupando lugares como Alicante, resto de Murcia y un gran número de parques naturales y fincas privadas.

Su hábitat preferente son zonas escarpadas de gran altitud, moviéndose a la perfección entre piedras y paredes casi verticales.

Alimentación y comportamiento

El arruí es un animal herbívoro generalista, capaz de vivir en zonas muy secas pudiendo pasar largos periodos sin beber agua. Su dieta se basa en herbáceas, pasto y matorrales, pudiendo en ocasiones ramonear de árboles su escasea la comida.

Parte del éxito en su adaptabilidad a todo tipo de terrenos se basa en esta dieta poco exquisita, fruto de sus orígenes africanos.

imagen cuernos arrui macho
Cuernos de arruí © Shutterstock

Celo y reproducción

Los arruís machos alcanzan la madurez sexual a los 14 meses, mientras que las hembras solo necesitan 9 meses para ser fértiles.

El celo se produce entre los meses de septiembre y noviembre, momento en el que los grupos, hasta ahora divididos por sexos, se unen y los machos rivalizan con frecuentes luchas por las hembras.

Los partos tienen lugar durante la primavera tras 160 días de gestación, dando lugar habitualmente a una cría que sigue al grupo a los pocos minutos de su nacimiento.

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Hembra de arruí © Shutterstock

Recechos de arruí

Los recechos de arruí suele ser la modalidad cinegética con la que se le suele dar caza. Se trata de una especie que cada vez despierta más interés entre los cazadores dada la dureza de su caza y belleza del animal.

La caza del arruí es un hecho controvertido y en constante cambio por las autoridades correspondientes. Mientras que para muchos técnicos es urgente su erradicación al tratarse de una especie alóctona, para los cazadores y otra parte de técnicos su control poblacional debe ser llevada a cabo mediante la caza que ejerza un correcto control sobre la población, evitando problemas en la flora local y otras especies, a la vez que se toma como un recurso económico para muchas zonas de España.