El Gobierno de Aragón lleva a las aulas la doctrina animalista con el fin de «despertar sensibilidad hacia situaciones de maltrato» -sin especificaciones sobre éste- y comparando la «violencia contra animales» -de nuevo sin especificar- con la violencia sexual.
5/12/2018 | Redacción JyS
El Gobierno de Aragón ha puesto marcha el programa educativo «Mundo animal» con charlas en los centros sobre educación «desde el respeto a los animales» –como así afirman desde la web oficial del nuevo programa– para alumnado desde 3º de Primaria hasta Bachillerato y Educación Especial.
Hasta el pasado 11 de diciembre los centros educativos presentaron solicitudes para participar en este programa con cinco puntos principales. Desde el conocimiento de la fauna urbana, pasando por lo que la convocatoria denomina como «emociones animales», el «respeto animal» y una última fase apelada «emociones animales y fauna urbana en especial».
Toda la información oficial sobre la convocatoria la ha publicado el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno aragonés. En ésta, se apoyan en el artículo 17 de la Ley Orgánica 2/2006 para defender la difusión en la educación primaria del «respeto a los animales más próximos al ser humano y adoptar modos de comportamiento que favorezcan su cuidado».
Antes de la oficialización de los centros elegidos para realizar el programa, éstos están siendo sometidos a una encuesta previa, además de un trabajo de motivación con los alumnos. Si el centro sale elegido, éste tendrá cien sesiones distribuidas en tres capítulos temporales hasta el próximo mes de mayo.
Hablan de «despertar sensibilidad hacia situaciones de maltrato» sin especificaciones
Asimismo, en un momento de la convocatoria hablan de «maltrato», en concreto defendiendo el «respeto por los animales» como «una actitud que se educa y que pretende despertar la sensibilidad hacia ellos y hacia situaciones de maltrato a las que se ven sometidos en nuestra sociedad». No especifica exactamente a qué se refiere con esa frase.
Entre otras finalidades que explica la Consejería de Educación, se encuentran las de «fomentar la sensibilidad hacia los animales, crear conciencia sobre su cuidado y tenencia responsable, difundir entre el alumnado conceptos vinculados con los derechos animales, el respeto y el bienestar e impulsar el desarrollo de la empatía hacia los animales desde el ámbito educativo».
Comparaciones de la «violencia contra animales» con la violencia sexual
En este sentido, también hablan de «inculcar que la violencia ejercida contra los animales es rechazable» y la comparan con «la que se produce por razones de sexo, raza u orientación sexual». Por supuesto, también sin especificar.
Añaden la «necesidad de adquisición y mejora de las competencias social y cívica dado que cada vez se hace más evidente la estrecha relación entre la violencia contra otras personas y la violencia hacia los animales, de forma que estas conductas afectan al bienestar animal y también a nuestro propio desarrollo».
Adoctrinamiento infantil animalista
Uno de los casos de adoctrinamiento animalista a temprana edad más sonados tuvo se hizo público el pasado año, cuando una niña de 12 años fue sorprendida haciendo pintadas tras convertirse al animalismo en el circo Gottani. Éste sufrió en una de sus viviendas-trailer las pintadas de la menor, que se volvió vegana y defensora a ultranza de los lobbys animalistas tras recibir sus mensajes a través de las redes sociales, para sorpresa de sus padres.
Ese animalismo radical desemboca a menudo en violencia y odio dentro y fuera de las redes sociales. Claro ejemplo, hace unos días, fue el mostrado por el lobby con cientos de animalistas acosando y deseando la muerte de una joven cazadora.
También en docencia encontramos ejemplos totalmente contrarios al animalismo, como el de Jesús G. Maestro, profesor de teoría y crítica de la literatura y autor del Materialismo Filosófico como Teoría de la Literatura, y que carga contra los animalistas y desmonta sus argumentos. Incluso rostros conocidos de la defensa de los animales como es el caso de Frank Cuesta se han declarado «antianimalistas».