La caza une a los amigos, pero especialmente a las familias. Se trata de una realidad que ha puesto de manifiesto Juan Beltrán, cazador jiennense y colaborador de esta casa, que ha publicado un emotivo texto a través de las redes sociales que ha suscitado el aplauso de los cazadores. Beltrán, que fue protagonista de la serie sobre caza de Frank Cuesta, representa a la inmensa mayoría de los cazadores españoles, que ven en él un reflejo de su forma de ser y cazar.

Su humildad, cercanía y la profundidad de sus palabras hizo que muchos nos quedáramos con ganas de seguir en su cocina, junto a él y Frank Cuesta, hablando de caza durante horas. Ahora, otro emotivo mensaje ha cautivado a cientos de cazadores: «Si no fuese por la caza yo vería a mi hijo por vacaciones, navidades y poco más», expresa el jienense.

«Eso es la caza… convivencia»

Otra imagen tras una jornada de conejos en tierras jiennenses. © J. B.

«Si no fuese por la caza esto no ocurriría», comienza exponiendo Juan Beltrán en una imagen en la que aparece junto a sus hijos. «Si no fuese por ella, yo vería a mi hijo por vacaciones, navidades y poco más. Pero la caza me da la oportunidad de estar con ellos, de disfrutar de su presencia, no solo cazando, sino también durante todo el fin de semana. Nuestras charlas, nuestras anécdotas, nuestras discrepancias... son lo mejor de compartir esta afición. ¡También lo piensa su madre! Eso es la caza… convivencia», pone en valor. «Pues hay quien no lo entiende», se lamenta «Y luego está ese paisaje», dice refiriéndose a los campos de olivos de su tierra.

Otras grandes reflexiones de Juan

Hace dos años, este medio habló con Juan Beltrán sobre su experiencia con Frank Cuesta, la caza, la actualidad del sector y el animalismo, al que consideraba «un problema para la sociedad en su conjunto» porque «no solo no distinguen a un buey de un toro bravo, sino que confunden a las personas con los animales». 

«Esta sociedad se está volviendo estúpidamente clasista. Y lo cataloga absolutamente todo, incluso a los animales. Así, parece más ‘cruel’ cazar un macho montés, seguramente por su tamaño y aspecto, que cazar un conejo. Como si ambos no merecieran la misma consideración. No hablemos ya si se trata de ratas, serpientes, topillos o insectos…, estos pueden ser aniquilados sin levantar el más mínimo interés ni preocupación. ¡Esto se llama hipocresía! Yo dije en el programa que no me gustaba la caza mayor y expliqué los motivos, y que el tamaño de la pieza tampoco me importa, ni para cazarla ni para defenderla. Así que considero tan respetable e imprescindible la caza mayor como la menor, independientemente de cuál sea la que yo practico. Además, también hay muchos cazadores sociales ‘pobres’ que practican la caza mayor», defendía Beltrán.