El pasado día 23 de junio aparecieron muertos, en el término municipal de Monterrubio de la Armuña (Salamanca), 54 buitres leonados, un buitre negro y un milano negro, así como otros 41 ejemplares vivos pero aparentemente afectados. Tras este hallazgo, se remitieron por parte de la Junta de Castilla y León muestras de sangre y de los ejemplares muertos al Servicio de Toxicología y Veterinaria Forense de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia para su análisis.

Ahora, los resultados de la investigación sobre la muerte de las aves han determinado que la causa del fallecimiento se produjo por carbofurano, un pesticida prohibido en la Unión Europea. Según ha confirmado este martes en nota de prensa la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, se ha hallado en los restos la presencia de este pesticida de gran toxicidad y prohibido desde 2007.

Según la consejería de Fomento y Medio Ambiente, los equipos veterinarios de la Junta de Castilla y León continuarán haciendo necropsias de los ejemplares muertos para «tener más datos de los contenidos digestivos y de los hígados y, por parte del laboratorio, se continuarán realizando análisis del resto de productos tóxicos».

Como consecuencia de este hallazgo, la Junta ha informado al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y al Ministerio Fiscal para que inicien las investigaciones.

¿Qué es el carbofurano y por qué es tóxico para las aves?

El carbofurano es un producto altamente tóxico para las aves. En su presentación sólida, un solo grano puede matar a un pájaro. Las aves pueden comer los granos del plaguicida confundiéndolos con semillas, lo que puede provocarles la muerte.

Si bien la versión líquida del plaguicida es menos peligrosa para las aves, ya que no es tan probable que lo ingieran directamente, sigue siendo muy peligrosa.

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