Jara y Sedal habla con la profesora a la que varios animalistas han insultado y atacado en redes sociales. «Me dijeron que tenía que perder mi trabajo por mi condición de cazadora porque adoctrinaba a los niños en el odio a los animales».
17/1/2018 | Redacción JyS
Alba Rodríguez es una apasionada cazadora de Lugo que trabaja en una guardería privada al sur de la provincia. Tras ver en las redes sociales el vídeo en el que varios animalistas boicoteaban con bocinas, motosierras y pitos hacia los cazadores el campeonato de caza de zorros celebrado el pasado 12 de enero en Pontevedra, se decidió a contestar en Facebook a una de las activistas.
«Yo le mandé unos mensajes por privado porque en su cuenta no se podía comentar. Entonces ella me contestó». A partir de entonces, la animalista que participó activamente en el boicot, tal como hemos podido comprobar en los vídeos que ella misma ha publicado su perfil de Facebook, se dedicó a compartir imágenes de algunos de los comentarios de Alba. «Lo que a ella le salía de las narices. Me llamó racista y me dijo que tenía que perder mi trabajo por mi condición de cazadora porque adoctrinaba a los niños en el odio a los animales».
«Ella ha intentado que yo no me sacara una plaza de educación». Según relata la profesora, no trabaja en un centro público, por lo que nunca se ha presentado a una oposición ni tiene la intención de hacerlo, si bien la «anti-especista vegana» (como ella se autodefine en las redes) que ha cargado contra ella, ha propuesto en su página de Facebook que otros la ayuden «para que se quede en casita». «Pobres niños, les enseñará a disparar antes que a leer», puede leerse en el mismo comentario.
La cazadora argumenta a Jara y Sedal que le escribió porque aunque no le gusta la caza del zorro considera que «lo único de lo que vive esta gente es de la mendicidad y del victimismo». «Me fastidia que se metan con los cazadores y digan que todos somos unos delincuentes por cuatro monos que se ponen a hacer el tonto en medio del monte».
Una animalista a la cazadora: «Alba, recuerdos de Mel Capitán»
A raíz de compartir algunos de los mensajes que había intercambiado con Alba la mujer que grabó algunos de los vídeos boicoteando el campeonato de zorros de Pontevedra, ella misma y otros animalistas comenzaron a mofarse de la muerte de Mel Capitán y de la profesora.
«Alba, recuerdos de Mel Capitan. Q he hecho la ouija y me ha dicho que es posible, si te esfuerzas, q serás como ella», comentaba una usuaria.
«Para tomar esta decisión, debía estar realmente mal», comentó otro. «Partiendo de la base de los asesinatos que cometía… no debía dejarla dormir ya ni su conciencia (…) una psicópata sádica», añadía la mujer que iniciara la disputa verbal con Alba. «Estaba para hacérselo mirar», comentó uno más a continuación.
En cuanto a la cazadora de Lugo, hubo un usuario que cuestionó sus estudios en las redes. «Y esta tiene estudios??? Qué fuerte! Entre el 1% de cazadoras asesinas que hay está esta ignorante». «Es maestra. De niños además», comentó la «anti-especista vegana», a lo que dos más añadieron: «Me quedo sin palabras», «menuda educación va a transmitir… vergonzoso».
Los comentarios vejatorios contra Mel Capitán quedaron impunes en 2018
En junio del año pasado la recopilación con cerca de 100 comentarios vejatorios que hacían referencia a la joven quedó impune. La Real Federación Española de Caza (RFEC) presentó una querella fundamentada en los delitos de odio, calumnias, injurias y amenazas, pero las juezas encargadas de llevar el caso desestimaron tanto la demanda como el recurso posterior.
Mel Capitán se había convertido en una de las caras más conocidas de la caza. Nacida en Badalona, comenzó a ganar popularidad entre los cazadores en las redes sociales, desde donde defendió esta actividad durante años. Además, fue una activista muy comprometida con la promoción de la caza entre las mujeres y los jóvenes en general, participando en diferentes asociaciones e, incluso, en la estructura de la Oficina Nacional de la Caza. Además, Mel participaba como bloguera en Jaraysedal.es. Su actitud ejemplar hizo que una legión de seguidores siguiese todos sus pasos y que hoy todo el sector recuerde con tristeza su temprana marcha.
Aquellos fueron unos días amargos para todos los amantes del mundo cinegético, puesto que a la pérdida de Mel Capitán se unieron toda una serie de ataques en las redes sociales hacia el mundo de la caza. No sólo fueron comentarios vejatorios por parte de usuarios de las redes sociales, sino incluso de publicaciones satíricas que bromearon con su muerte. Jara y Sedal le hizo un homenaje en su portada y tiñó de negro su cabecera, además de dedicarle este editorial.