Me encantaría que los dos niñatos fueran los que estuvieran ahí muertos en vez de los animales…
Este es el mensaje publicado en Facebook deseando la muerte de los dos niños compartido por miles de personas. /Facebook

Un grupo de animalistas radicales entró en el perfil de Ana Belén Torres, cazadora extremeña, y comenzaron a insultarla tanto a ella como a su familia. Uno de ellos deseó a sus hijos la muerte por aparecer en una imagen junto a unos jabalíes.
17/1/2017 | Redacción JyS
Ana Belén Torres no podía creer lo que veían sus ojos el domingo pasado. Un grupo de animalistas entraron en masa a su cuenta de Facebook para comentar todas sus fotos de caza. En esos comentarios, según cuenta a jaraysedal.es la afectada, los animalistas no pararon de insultar a todo aquel que entraba para intentar defenderla. Tanto familiares como amigos de Torres se vieron afectados por los insultos y amenazas de estas personas. En ellos se podían leer cosas como “Maldita la hora en que tu padre arrojó mierda. Maldita frustrada matando animales indefensos” o “La vida de solo uno de esos animales que habéis masacrado valía más que la de todos vosotros juntos. Sois escoria”.
Pero lo más grave llegó en forma de deseo de muerte para sus hijos, unos niños de 8 y 10 años que, según cuenta Torres, desde pequeños han vivido la caza muy de cerca porque así lo han deseado sus padres, quienes quieren transmitirle los valores de esta práctica. Un usuario, que dice ser Antonio de la Dueña Armida y es animalista –según su perfil pertenece al grupo Movimiento Antitaurino de Lucha (M.A.L)–, escribió lo siguiente: Me encantaría que los dos niñatos fueran los que estuvieran ahí muertos en vez de los animales… joderos; comentario al que adjuntó una foto extraída del propio Facebook de la madre de los niños.
Según relata Torres a Jaraysedal.es, esos comentarios están puestos en conocimiento de la propia red social, y de las autoridades pertinentes, ya que asegura que va a tomar acciones legales para que este ataque, que recuerda al de Adrián, el niño torero con cáncer al que otra usuaria deseó la muerte, no queden impunes: “Hay que pararles los pies como sea”, declara la afectada.