La Junta de Andalucía ha dado un paso decisivo en la modernización del cuerpo de Agentes de Medio Ambiente al dotarlos con drones especializados que refuerzan su capacidad de vigilancia sobre el territorio andaluz. Estos dispositivos permiten mejorar la eficacia en el seguimiento de tareas medioambientales y suponen una herramienta clave en la lucha contra el furtivismo.
Refuerzo de la vigilancia con tecnología aérea
La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha integrado estos drones como parte esencial del equipo de los agentes, con el objetivo de potenciar la custodia del patrimonio natural andaluz. La incorporación de esta tecnología representa un salto cualitativo en la prestación del servicio público que desarrollan estos profesionales, al dotarlos de una visión más amplia, precisa y eficaz sobre el terreno.
Desde 2022, una Unidad especializada en el manejo de drones —formada por agentes capacitados— ha comenzado a operar de forma progresiva, consolidándose a lo largo de 2024 y 2025. En esta primera etapa, los agentes se han formado como Operadores EASA, lo que les ha permitido utilizar aeronaves aprobadas por la Agencia Europea de Seguridad Aérea, abarcando tareas como el seguimiento de obras, el control de expedientes y el censo de fauna.

Nuevas capacidades para combatir el furtivismo
A raíz de la experiencia adquirida, la Junta ha impulsado una segunda fase de capacitación con la obtención del Certificado No EASA, que permite utilizar drones excluidos de la normativa comunitaria, como los que se emplean en operaciones policiales o de vigilancia intensiva. Esta nueva categoría resulta especialmente eficaz para labores de policía administrativa, como la detección de infracciones medioambientales y el control del furtivismo.
En este sentido, la vigilancia aérea se convierte en una herramienta clave para identificar movimientos sospechosos en zonas de difícil acceso, detectando actividades ilegales en tiempo real y facilitando una rápida intervención. El uso de drones ofrece una ventaja táctica frente a quienes actúan fuera de la ley, permitiendo a los agentes actuar con mayor eficacia y precisión.
Un paso más hacia la modernización ambiental

La apuesta de la Junta por la tecnificación del colectivo se enmarca en una estrategia más amplia que incluye la digitalización, la automatización de procesos y el análisis de datos. Estas herramientas no solo optimizan la gestión administrativa, sino que también permiten a los agentes tomar decisiones informadas sobre el terreno, incluso en entornos remotos.
Además, las nuevas capacidades adquiridas con los drones no se limitan a la vigilancia: también resultan fundamentales en situaciones de emergencia, como incendios forestales, inundaciones o búsquedas de personas desaparecidas, ampliando así el alcance operativo del cuerpo.
La progresiva incorporación de tecnología avanzada posiciona a los Agentes de Medio Ambiente andaluces como un pilar moderno y eficaz en la defensa del medio natural, con capacidad de respuesta ante los retos actuales y las amenazas que lo ponen en peligro, como el furtivismo.