El mundo rural, en muchas ocasiones, tiene que enfrentarse a algunos obstáculos que la naturaleza le pone por delante, pero también a los que otros humanos provocan. Así lo vamos a ver con los siguientes ejemplos de escenas que les han tocado vivir a algunos agricultores.

Uno de ellos vivió algo muy desagradable que compartió en TikTok con sus seguidores. Al llegar a su finca, el agricultor se encontró con la «sorpresa» de decenas de olivos cortados. «Esto es de ser un cobarde y de estar desequilibrado. Aquí han estado horas y eso que tenemos una carretera ahí al lado», denunció.

Basura, miles de limones malgastados y robos en cosechas

Otro caso es el de un agricultor de Zamora que también publicó en TikTok la desagradable imagen que le tocó ver. Se encontró con una tierra de cultivo totalmente invadida por la basura. Algún individuo había arrojado en ella residuos como un viejo altavoz, una silla rota, restos de una piscina de plástico con su depuradora, botes y brochas de pintura y latas de refrescos, entre muchos otros desperdicios.

No menos desagradable es lo que vivió ‘El Palleter‘, un conocido agricultor en las redes sociales. A todos sus seguidores les mostró, en primer lugar, un suelo repleto de limones. «No toco el suelo de los limones que hay», explicaba.

Esto sucedió en el municipio de Jacarilla, en la provincia de Alicante. «Están tirando los limones porque estos ya no valen. Mirad cómo están, muy blandos. Estos limones se tendría que haber cogido hace un mes y medio o dos. No estoy mintiendo, los están tirando», denunció.


Un agricultor llega a su finca y se encuentra un enorme socavón: «El Antón no se ha caído dentro porque Dios no ha querido»


Asimismo, una cámara le permitió descubrir a otro agricultor que toda una familia, al completo, decidió que era buena idea colarse en su huerto y regalarse una barra libre para llevarse de él todo lo que les apeteciera.

Por último, recordamos el caso de una agricultora que sufrió un monumental cabreo al llegar a su finca, situada en un pueblo de Bustarviejo, en la Sierra Norte de Madrid, y ver que unos veraneantes habían dejado su puerta abierta. «Cada vez que os dejáis una puerta abierta estáis provocando una situación de mucho peligro. Si sale un animal a la carretera podéis provocar un accidente. No tenéis ni idea del sinvivir que es cada vez que llegamos a la finca y nos encontramos una puerta abierta», sentenció.

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