En un esfuerzo pionero por la conservación de la vida silvestre, la Asociación del Corzo Español (ACE) y la Fundación Artemisan han logrado un hito significativo al colocar su primer collar con GPS a un corzo. Este avance tecnológico forma parte de un proyecto de monitorización en los canales de Calanda-Alcañiz (Teruel), que ha comenzado a dar frutos gracias a la colaboración del Club de Cazadores de Calanda.
La iniciativa surge como respuesta a un problema recurrente: cada primavera, numerosos corzos caen a los canales de Calanda-Alcañiz y La Estanca, resultando en la muerte de muchos de estos animales. Aunque algunos logran ser rescatados, la mortalidad es alta y se han reportado temporadas con hasta medio centenar de corzos que han perdido la vida en estos canales.
Las medidas preventivas han sido insuficientes
Las medidas preventivas, como la instalación de rampas y telas disuasorias por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro, han sido insuficientes para resolver el problema. Los sistemas mecánicos existentes continúan extrayendo cuerpos de corzos y otros animales cada año, lo que indica la necesidad urgente de encontrar otras soluciones.
Este año, la colaboración entre cazadores locales, la Fundación Artemisan y la ACE ha permitido la implementación de collares GPS en los corzos para rastrear sus movimientos y entender mejor los desafíos que enfrentan al cruzar los canales. Una antena instalada junto al canal de La Estanca facilitará la localización precisa de los animales.
Estudiar sus movimientos para evitar que caigan al canal
Andrés Albacar, un cazador de la zona que colabora en la iniciativa, expresó al Heraldo que el objetivo es «conocer los movimientos de los corzos y los problemas que encuentran al intentar cruzar canales de riego». Los resultados obtenidos podrían ser cruciales para desarrollar estrategias que prevengan futuros ahogamientos.
Además, la ACE y la Fundación Artemisan están llevando a cabo un estudio exhaustivo titulado ‘Situación del corzo en España. Prospectiva de futuro‘. Este estudio tiene por objetivo convertirse en un referente científico y cinegético para la gestión de las poblaciones de corzos y a través de él están analizando diversos aspectos, incluyendo el estado sanitario y ecológico, la distribución de las poblaciones, la caza, la evolución y expansión de la especie, su alimentación, gestión y otros factores que influyen en su distribución.
Un cazador descubre cinco corzos muertos en 10 minutos y denuncia la triste realidad de muchos cotos
La investigación cuenta con la colaboración de expertos de ambas organizaciones y otros especialistas con profundo conocimiento sobre el corzo. Los hallazgos serán publicados en un libro que recopilará los resultados del proyecto, proporcionando una valiosa fuente de información para la conservación de esta especie.
Este proyecto representa un paso adelante en la protección y el estudio del corzo en España, y se espera que los datos recopilados contribuyan significativamente a la preservación de estos animales y a la mejora de su hábitat. Con la tecnología GPS, la ACE y la Fundación Artemisan están marcando un precedente en la gestión de la vida silvestre y en la lucha contra los desafíos que enfrenta el duende del bosque en hábitats como los de los canales de Calanda-Alcañiz.