El pasado jueves un joven de la localidad valenciana de Losa del Obispo, cuando circulaba por la carretera CV396 dirección Bugarra hacia Villar del Arzobispo entre el PK 8 y PK 9, se encontró de frente con un animal que provocó un fuerte impacto en su vehículo. Se trata de un ‘cerdolí, una hibridación del cerdo común o del cerdo vietnamita con el jabalí, que se caracteriza por un pelaje normalmente moteado en tonos blancos, grises y pardos, así como un elevado tamaño y peso y escasos o nulos colmillos.

«Afortunadamente, sólo fue un susto y no hay que lamentar heridos pero podía haber sido una fatalidad. Iba conduciendo por una carretera paralela a un barranco, no había mucha luz y, de repente, apareció el animal sin que me diera tiempo a reaccionar. Y no es la primera vez que veo jabalíes por esa carretera, cada día hay más», relata el joven conductor.

Un problema que va en aumento

Desde la Federación de Caza recuerdan que la siniestralidad provocada por animal salvaje en carreteras secundarias es «un problema que va en aumento». En 2009 se registraron un total de 92 siniestros y en 2019 el número de accidentes alcanzó los 669 casos, según datos obtenidos de la Dirección General de Tráfico, lo que pone de manifiesto que «en los últimos 10 años en la Comunidad Valenciana los siniestros provocados por animales salvajes se han multiplicado por 7, causando numerosos heridos y fallecidos, además de daños materiales», advierten.

La proliferación de especies es un problema del que viene advirtiendo la Federación de Caza desde hace ya tiempo. Recientemente se ha publicado la Orden 22/2021 de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica por la que se regula la caza y control de jabalí en la Comunitat Valenciana, pero que, lejos de solucionar la problemática, «supone un atropello a las peticiones del colectivo para poder ejercer la actividad cinegética sin presión e impone unas obligaciones abusivas, sin compensación alguna por parte de la Generalitat». Precisamente, ante el aumento desmesurado del jabalí y sus hibridaciones la nueva orden en su artículo 4 recoge que «en todas las cacerías de jabalí se podrán cazar los ejemplares de cerdos asilvestrados, cerdos vietnamitas asilvestrados y sus cruces, en previsión de fenómenos de contaminación genética».

Desde el gabinete técnico de la Federación llevan tiempo alertando de la problemática que conlleva la sobrepoblación de jabalí y de este tipo de cruces, el ‘cerdolí’, que  es el nombre que se ha otorgado a la hibridación del cerdo común o del cerdo vietnamita con el jabalí. Entre las consecuencias de la sobrepoblación de esta especie se encuentra la de que, además de alterar el ecosistema, provoca graves daños a la agricultura y cuantiosos accidentes de tráfico. Pero también, daños a la ganadería, a las infraestructuras, a la flora y fauna protegida y supone un riesgo de transmisión de enfermedades como la PPA (peste porcina africana) o la tuberculosis. Sin embargo, tal y como está planteado el texto se sigue sin dar solución al problema del análisis de la carne de caza para detectar la triquinosis, cuyo método es costoso y se realiza en muy pocos centros veterinarios de la Comunidad Valenciana.

La Federación de Caza de la Comunidad Valenciana reclama un plan integral de fomento del sector, solicitando subvenciones directas al mantenimiento de perros de caza y organización de acciones colectivas de caza mayor, dado el incremento del esfuerzo que debe hacerse para el control poblacional y la exigencia de la Conselleria para que se cace a destajo.