Por Garoz Art
Pongámonos en situación. Acabas de cazar el corzo de tu vida. Ha sido un lance imposible después de varios años siguiendo la pista de ese animal de ensueño al que ahora le has ganado la partida. Han sido muchas las jornadas de esfuerzo, las noches de desvelo, las horas gastadas pensando cómo sería el lance… Y ahora, por fin, lo has conseguido. Ya tienes un recuerdo imborrable en tu memoria.
Con toda la ilusión del mundo pasas a recoger su trofeo por el taxidermista: esa tabla con su cráneo te recordará toda tu vida el extraordinario lance e inmortalizará la memoria de ese animal que tanto te ha dado. Al llegar a casa, abres la puerta con una sonrisa de oreja a oreja y tu pareja te espeta: «Cariño, ¿qué vas a hacer con esos cuernos?». Tu intención es obvia, colgarlos en la pared del salón. La suya no.
En este artículo te damos una serie de ideas para que tus trofeos de caza se integren con la decoración de tu hogar de una manera tan extraordinaria que sea tu pareja la que acabe invitándote a ir de caza.
Un paso más allá
Distintos soportes con múltiples formas y materiales. Di adiós al concepto tradicional de las tablillas que sustentan la evidencia material de nuestras aventuras de caza. Cada espacio exige distintas soluciones. Colores atrevidos, acabados innovadores… Atrévete, no estás cometiendo ningún pecado.
Tu creatividad es el límite
Con grandes cráneos es posible diseñar distintas estructuras y crear muebles únicos y exclusivos. Es una opción para conservar tus recuerdos con un enfoque práctico.
Menos es más
Sencillez y simetría son dos conceptos fundamentales en decoración. No salpiques tus paredes sin un orden o parecerá un cementerio. Prueba a crear espacios, alinea bien tus trofeos y ordénalos con sentido. Gustará incluso a los no cazadores.
Equilibrio y naturalidad
Los soportes de madera tratada con pintura al óxido te permitirán conseguir la simetría que no pueden ofrecer las pletinas estándar (izquierda). La taxidermia, siempre que esté bien realizada y expuesta en las ‘dosis’ adecuadas, es un recurso decorativo cada vez más de moda.
No solo de paredes vive el cazador
Los cráneos y frontales también se pueden montar en soluciones como pedestales o pies de hierro, ideales para decorar una mesa con un toque muy actual.
Dales luz
Las púas de un puercoespín pueden ser en unas tulipas muy decorativas (arriba). Es otra manera de dar un look cinegético original a tu hogar: transformar tu trofeo en parte de una lámpara (abajo). Vale todo: cuernos, patas, pezuñas… De nuevo, tu imaginación entra en juego.
Rompe esquemas
Alfombras de piel de antílope, cebra… Es una forma muy común y bastante tradicional de recordar un lance único, pero en el suelo están expuestas un desgaste constante. ¿Cómo evitarlo? Cambia todos tus conceptos: prueba a colocarlas en las paredes a modo de tapiz. Aportará un punto de calidez a ese espacio.
El trono del rey
La suavidad de la piel de animales como los antílopes y las cebras permite que se puedan emplear como telas para tapizar sillones o butacas antiguas. Incluso algunos cuernos pueden convertirse en el armazón de una silla única. El trono que se merecen los reyes de la casa.