Parecidos pero distintos, son dos de los calibres más populares ahora mismo en España. El .270 WSM va camino de cumplir dos décadas en el mercado mientras que al 6,5 Creedmoor se le puede considerar un recién llegado: aunque hizo su debut en 2007, hasta los últimos dos o tres años no ha empezado a sonar con fuerza en nuestro país. Los dos son calibres excelentes de rececho, pero podíamos considerar al .270 WSM como un sprinter o velocista de media distancia  y al 6,5 Creedmoor, sin embargo, como un corredor de fondo. 

Ambos son magníficos para tiros a larga distancia pero se comportan de manera muy distinta según los metros que deban recorrer. El .270 WSM es un calibre con unas altísimas velocidades en boca de cañón, por encima incluso de los 1.000 m/s, mientras que las del 6,5 Creedmoor son más bien discretas, de unos 840 m/s. ¿Cuál es la clave entonces?

Yo suelo decir, que, si hablamos de balística terminal y eficacia a la hora de causar la muerte del animal lo importante no es la velocidad con la que sale nuestra bala del cañón sino con la que llega al impactar. Por eso el .270 WSM es demoledor en distancias entre cero y 500 metros, ya que mantiene unas velocidades y valores de energía muy elevados. En cambio, a distancias mayores la gravedad y la deceleración empiezan a hacer de las suyas y es donde el Creedmoor, gracias al alto coeficiente balístico de sus proyectiles, le alcanza e incluso supera según avanzamos.

El .270 WSM es perfecto para España

El .270 WSM sigue siendo un calibre más polivalente y contundente que el 6,5 Creedmoor, y seguramente más adecuado para la mayoría de cazadores en España. Nos ofrece la seguridad necesaria para abatir desde un pequeño corzo en rececho a un venado en berrea por ejemplo. Eso no quiere decir que sea mejor o peor que el Creedmoor, sencillamente son dos conceptos diferentes.

El 6,5 nació como un calibre para tirar y entrenar a larga distancia, con velocidades moderadas para alargar la vida útil del cañón, algo que en la competición se valora mucho. En España se puede usar como un magnífico calibre de rececho para animales de tamaño medio como corzo y rebeco. Tiene grandes virtudes, como la de ser un calibre muy suave y de bajo retroceso, lo que nos permite tirar con mayor precisión. Y aunque es cierto que para aprovechar su potencial hay que tirar a distancias realmente largas, nos da una altísima precisión y unas prestaciones más que suficientes para recechar en nuestro país a distancias inferiores.

Además, comercialmente está totalmente consolidado con una amplia oferta de munición. Es ideal para alguien que entienda el concepto y además de cazar quiera entrenar y hacer sus primeros pinitos tirando a larga distancia. Y si a uno se le queda corto el Creedmoor y quiere más velocidad, sólo tiene que echar un vistazo a su primo el 6,5 PRC que está llamado a desbancarle en no mucho tiempo.