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José María Mancheño – 03/03/2016 –
«El futuro de la caza pasa por que desde el colectivo sepamos transmitir no lo que es la actividad cinegética, sino cómo la practicamos y cuáles son los principios que rigen nuestra práctica». Con esta reflexión intervino el pasado martes el presidente de la Federación Andaluza de Caza, José María Mancheño, en el I Foro Nacional sobre el Futuro de la Caza en España organizado en Madrid por Jóvenes por la Caza.

Mancheño, que articuló una charla titulada «Educando desde el prinicipio y los principios», explicó esta reflexión apuntando que: «todo el mundo sabe lo que hacemos; incluso el que es contrario a la caza saber mejor que nadie qué hacemos. Si sabemos construir y definir los principios que rijan el cómo lo hacemos podremos conseguir que nuestra actividad sea cada vez más aceptada y no rechazada».
 

Intervención José María Mancheño en el I Foro por el Futuro de…Claves para garantizar el futuro de la caza: conservación, educación, respeto y ciencia. No se trata de explicar qué es la caza sino cómo practicamos la caza.
Posted by Federación Andaluza de Caza on Martes, 1 de marzo de 2016

En este sentido, técnica y ciencia aplicada a la práctica de la caza y a la gestión cinegética, sostenibilidad en la práctica y en la gestión (respeto a las leyes, órdenes de veda, normativas, ciclos reproductivos…), absoluto respeto por la pieza antes, durante y después de la caza, una imagen ejemplar del cazador durante su actividad e implicación en la conservación fueron los cinco principios básicos fijados por el presidente de la FAC que deben marcar el cómo se practica la actividad cinegética.
«El respeto al colectivo debe ganarse desde la ejemplaridad. Ésta sólo puede conseguirse fijando conductas ejemplares -basadas en la implicación activa en la conservación- y proyectando una imagen positiva del cazador -evitando el empleo de imágenes que generan rechazo y que no son entendidas por la sociedad en general» finalizó José María Mancheño quien apostó por la educación continua, durante toda la vida del cazador, como única herramienta válida para conseguir evitar el rechazo social a la actividad en un futuro inmediato.