El dorado, un arroz modificado genéticamente para que contenga un mayor volumen de vitamina A podría erradicar problemas de salud pero Greenpeace se opone a este tipo de cultivos. Ahora mas de un centenar de premios Nobel, entre los que destacan médicos y químicos, se alzan en contra de la asociación ecologista.
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1/7/2016 | Redacción JyS
Según informa el diario El País, Greenpeace acaba de recibir un duro golpe de parte nada menos que de 109 premios Nobel. Los premiados han firmado una carta contra la organización ecologista en la que critican la posición de la entidad en contra de los alimentos transgénicos.
En esta misiva, importantes personalidades del mundo científico instan a Greenpeace a “reconocer las conclusiones de las instituciones científicas competentes” y a “abandonar su campaña contra los organismos modificados genéticamente en general y el arroz dorado en particular”.
El arroz dorado es una variante de arroz creada en 1999 con sus genes modificados para que contenga más beta-caroteno, un precursor de la vitamina A. Esta vitamina resulta esencial para la formación y mantenimiento de las células de la piel, para el crecimiento óseo, además de jugar un papel importante en el desarrollo, protección y regulación de la piel y de las mucosas. También es conocida como retinol, ya que genera pigmentos necesarios para el correcto funcionamiento de la retina y desempeña un papel fundamental en el desarrollo de una buena visión, especialmente ante situaciones de poca luz.

Vitamina A, cuestión de salud mundial

Según el citado diario, la OMS -Organización Mundial de la Salud- calcula que aproximadamente 250 millones de niños sufren la falta de vitamina A, hecho que aumenta el riesgo de padecer problemas de vista e incluso ceguera. Además, alrededor de 500.000 niños pierden la visión cada año por falta de esta vitamina y la mitad de ellos mueren en el año siguiente de perder la visión.
Ante los datos de la OMS y tras la férrea oposición que Greenpeace viene ejerciendo al arroz dorado, los 109 Nobel que hasta ahora han firmado la carta lamentan que Greenpeace “haya encabezado la oposición contra el arroz dorado, que tiene el potencial de reducir o eliminar gran parte de las muertes y las enfermedades causadas por la deficiencia de vitamina A, que se ceban con las personas más pobres de África y el sudeste asiático”, según recoge El País. “¿Cuántas personas pobres deben morir en el mundo antes de que consideremos esto un crimen contra la humanidad?”, se preguntan.
Los firmantes recuerdan en su carta, que la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura calcula que la producción mundial de alimentos y piensos tendría que verse duplicada en 2050 para poder llegar a satisfacer las necesidades de la creciente población mundial. “Hacemos un llamamiento a los gobiernos del mundo para que rechacen la campaña de Greenpeace contra el arroz dorado, en particular, y contra los cultivos y alimentos mejorados mediante biotecnología en general”, continúan los científicos. “Hay que detener la oposición basada en emociones y dogmas, en contradicción con los datos”, zanjan.

Greenpeace altera datos científicos

Los Nobel aseguran que tanto Greenpeace, como el resto de organizaciones antitransgénicos, tergiversan “los riesgos, beneficios e impactos” de estos productos y les acusan de “apoyar la destrucción criminal de cultivos de experimentación”.
Además aseguran, apoyándose en estudios científicos que así lo demuestran, que los alimentos transgénicos son tan seguros como cualquier otro y aportan más beneficios al organismo. “Nunca ha habido un solo caso confirmado de un efecto negativo en la salud de humanos o animales”, recalcan en la misiva.
Greenpeace ha emitido un comunicado en el que sostiene que las empresas “están promocionando el arroz dorado para allanar el camino para la aprobación mundial de otros cultivos genéticamente modificados más rentables» y para finalizar afirman que “el arroz dorado no ha demostrado ser eficaz para solucionar la deficiencia de vitamina A”.

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