José Luis Arroyo, un veterinario especializado en caza de la provincia de Toledo, ha difundido en las redes sociales un caso que ha causado especial indignación entre los cazadores en las últimas horas: el de un furtivo que ha acabado con la vida de un muflón macho que permanecía como reproductor en un vallado de 20 metros. Ahora, la finca ofrece 1.000 euros de recompensa para quien ayude a dar con el individuo que acabó con la vida del animal en esta finca de la provincia castellano-manchega.

Arroyo, que ha difundido varias imágenes del animal y ha pedido máxima difusión a todos los taxidermistas, cazadores, dueños de fincas, gestores y miembros de guardería rural, explica que fue hace unos días cuando se encontraron al animal decapitado en este lugar: «Encontrar al muflón con un gran trofeo es muy difícil, pero cuando estamos hablando de un muflón de 230 puntos, es más aún», expone sobre la especial genética del macho.

Por eso pide que «si alguno ha visto su cabeza en alguna fotografía, o ha llegado a manos de algún taxidermista, luche contra esta lacra de furtivos y avise quién tiene este animal». «Si el taxidermista está compinchado con él, no haremos nada. Pero si no lo muevo por redes sociales, no lo averiguaré nunca. La única forma es dándole bombo al hecho», señala.

«Creemos que el que lo ha matado ha ido pagando a manos de otro»

Y va más allá en la forma en la que cree que el presunto furtivo actuó: «Por la forma de cazarlo, creemos que el que lo ha matado ha ido pagando a manos de otro», añade el veterinario. Y destaca: «Si estás viendo esta publicación y has sido el que has matado este animal engañado por alguien que te ha llevado a abatirlo, estás a tiempo de remediar tu error y ponerte en contacto conmigo, lo único que queremos saber es quién es el que te ha llevado».

Así se puede contactar si tienes alguna pista

Detalle de la cuerna del animal que podría ayudar a identificarlo. © J. L. A.

«Qué desagradable, triste y frustrante es ver el trabajo de muchos años de gestión genética tirado en el suelo sin cabeza… matado en un corral de 20 metros en la que estaba durante unos días para cubrir a las hembras», se lamenta el veterinario toledano, que explica que la finca es de un cliente para el que trabaja desde hace años.

«Llevo la gestión genética y cinegética. La pérdida genética es para el propietario, pero el daño de trabajo es para mí, que llevaba años entregado a esa labor», concluye. Si alguien sabe algo al respecto, puede ponerse en contacto a través de las redes sociales con José Luis.

Una imagen más del animal. © J. L. A.

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