Más de 1.000 vehículos con cazadores y sus perros han recorrido este sábado las calles de Barcelona en una protesta contra las «agresiones a la caza» y en «defensa de los perros de caza y el mundo rural». La manifestación, convocada por la Associació de Gossers i Caçadors de Catalunya, entró a la Ciudad Condal por la Gran Via desde el Llobregat y salió por el otro extremo, dirección Montmeló, causando colas y dificultades de tráfico.

Los manifestantes lucieron pancartas con lemas como «La caza es vida», «No somos maltratadores» o «Respeto a los perros de caza». También hicieron sonar repetidamente el claxon de sus coches para hacerse oír. Según la Guardia Urbana, no se han registrado incidencias durante la marcha en la que participaron más de un millar de vehículos.

La caza, actividad imprescindible para la gestión de los daños de jabalíes y conejos

Los cazadores colapsaron el centro de la ciudad. © Facebook

Los cazadores catalanes, que se saben imprescindibles ante la proliferación de conejos y jabalíes, quieren que el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, David Mascort, atienda sus demandas y no les imponga restricciones.

Entre las medidas que reclamaron los aficionados catalanes se encuentra la de aumentar el número de perros que puede tener un cazador en la región sin tener que declararse como propietario de un núcleo zoológico, que no se les obligue a que las perreras de caza estén a 200 metros de una granja de cerdos, que se unifiquen los criterios de aplicación de las órdenes municipales sobre censos caninos y que se identifique a quienes abandonan perros de caza en perreras municipales.

Uno de los lemas que pudo leerse en la concentración.

También piden que las perreras comuniquen el ingreso de un perro de caza a su propietario y que la recogida sea gratuita si no ha habido negligencia por parte del dueño, que se multe a quienes entren en zonas de batidas de caza mayor señalizadas y que el curso de bienestar animal necesario para trasladar perros de caza sea gratuito.

Otro de las pancartas portadas por los cazadores catalanes en sus vehículos.

Además, los cazadores catalanes también exigieron «respeto» para una actividad que consideran «vilipendiada» en redes sociales, escuelas y medios de comunicación.