Por Luis Eusebio Fidalgo Álvarez (profesor de Veterinaria de la Universidad de Santiago de Compostela y presidente de la Federación Gallega de Caza)

1.Si incorporamos un cachorro a nuestra casa o a nuestro canil es muy importante socializarle en su nuevo entorno para lograr una buena educación que facilite la convivencia y permita alcanzar posteriormente un buen rendimiento cinegético. Y ten siempre en cuenta que los perros son seres vivos que sienten, tienen necesidades y precisan cuidados. Si no puedes hacerte responsable de un perro y cuidarlo, no lo adoptes; pero si lo acoges, cuídalo.

2. En la primera etapa de vida, cuando aún es un cachorro, debemos iniciar una correcta pauta de desparasitación e inmunización siguiendo los consejos de nuestro veterinario. Mantendremos estos cuidados sanitarios durante toda la vida del animal, adaptando el protocolo a su edad y circunstancias. Pero recuerda que mantener un buen estado sanitario del perro es beneficioso para él, para sus congéneres y para todos los que le rodeamos.

3. Respecto a los supuestos efectos negativos de las vacunas, disminuyendo la capacidad de los perros para la caza, debemos aclarar que no existen evidencias científicas que demuestren tales consecuencias y que simplemente se trata de una superstición sin fundamento.

4. Identifica correctamente a tu perro según la normativa vigente. Nuestros perros de caza son verdaderos deportistas y compañeros inseparables cuando practicamos nuestra pasión, la caza, no permitas que tu compañero de caza este indocumentado y al margen de la ley.

5. La alimentación que recibe debe ajustarse a sus necesidades. No es mejor ni peor un pienso más energético ni más caro, lo importante es adaptarse a las necesidades del animal. En épocas ‘de reposo’, cuando no están cazando ni entrenando, consumen menos energía y no tienen necesidades nutritivas tan altas.

6. Cuando se aproxima la nueva temporada de caza, la media veda en gran parte de España, la caza mayor en algunas comunidades autónomas… nuestros perros suelen estar fuera de forma y con unos kilos de más. En estas condiciones se van a enfrentar a un ejercicio intenso: es importante ofrecerles agua y refrigerarlos cada vez que sea posible.

7. Durante el transporte, sobre todo cuando las distancias son largas, es peligroso hacerles viajar encerrados en el maletero, especialmente los días de calor. Asegúrate de que disponen de la ventilación adecuada y, por supuesto, nunca les dejes en el coche bajo el sol.

8. Un error frecuente es pensar que el día antes de la caza el perro debe ayunar. Al contrario, debe alimentarse correctamente. Lo que no debemos hacer es ofrecer una comida abundante inmediatamente antes del transporte o al iniciar la caza, pero ningún atleta puede rendir al 100% de sus posibilidades después de un ayuno prolongado… y nuestros perros, tampoco.

9. Cuando el perro muestre signos de enfermedad acude al veterinario, los autotratamientos y los consejos no cualificados de compañeros y supuestos entendidos no suelen ofrecer una buena solución y con frecuencia complican más las cosas.

10. Nunca maltrates ni abandones a tu perro. Tu dignidad humana y tu condición de cazador no son compatibles con el maltrato ni el abandono de tu colaborador más fiel. Si tus circunstancias cambian y no puedes cuidarlo debes buscarle un nuevo hogar y darlo en adopción.

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