Muchos monteros se quejan de que en algunas de las monterías a las que acuden no se ha cazado ninguna «boca». ¿Cuál es la razón de que no se cobren buenos trofeos de jabalí en montería? ¿Qué podemos hacer para cambiar la situación?

Evolución de las poblaciones de jabalí en los últimos años 

El número de jabalíes crece de forma exponencial desde hace más de una década y hoy ocupa el primer puesto en el ranking de capturas de caza mayor. Diversas fuentes establecen que en España podemos censar en torno a un millón de jabalíes, cifra que podría duplicarse de aquí a 2025. Las causas de este crecimiento son varias. Por un lado, destacan los cambios en los usos forestales con una presencia cada vez más reducida de personas en campos y bosques, así como la enorme capacidad de adaptación a diferentes hábitat y fuentes de alimentación. Por otro, influye también los escasos depredadores que pueden controlar sus poblaciones, salvo el hombre o el lobo allí donde está presente. Otra razón es su alta resistencia a enfermedades y traumatismos.

La clave del éxito: la gestión

Como en el caso de cualquier especie, una adecuada gestión y mantenida durante todo el año es fundamental para que las monterías y otros aprovechamientos tengan éxito, no solo en cuanto a cantidad, sino también en cuanto a calidad. Para ello, hay que hacer hincapié en varios aspectos vitales: el mantenimiento de densidades óptimas, el cuidado de puntos de agua, la disponibilidad de alimento y la tranquilidad del monte. Estos aspectos serán críticos para que no se larguen de nuestros terrenos y, sobre todo, para, a medio y largo plazo, conseguir buenos trofeos en sus aprovechamientos cinegéticos. Las hembras de jabalí se caracterizan por una elevada capacidad reproductiva que está modulada fundamentalmente por la disponibilidad de agua y alimento. Si estas necesidades están cubiertas, el número de rayones por hembra y año puede alcanzar o incluso superar los diez ejemplares.  Por otro lado, aprovechamientos adecuados con presiones equilibradas sobre hembras y machos más jóvenes permitirán que la presencia de trofeos a medio plazo se vaya consolidando y, además, se reduzcan los daños que provoca la especie.

Impacto de otras modalidades sobre las monterías 

La montería es una modalidad cinegética muy sensible al efecto de otros aprovechamientos en el coto, tanto de mayor como de menor, puesto que, como indicábamos en el apartado anterior, la tranquilidad y los aprovechamientos sostenibles son críticos para el éxito de su gestión. De ese modo, para celebrar una buena montería las manchas deben estar descansadas; esto es, no deben haber soportado, en los meses previos, una excesiva presencia de cazadores para evitar que actúen como disuasorios de los jabalíes. Por otro lado, una presión elevada sobre machos adultos en esperas y aguardos durante el verano incidirá sin duda negativamente en la presencia de trofeos en las monterías.