La caza no acaba con el disparo, eso lo sabe cualquier cazador. Debemos mostrar respeto al animal abatido, tanto aprovechando su carne como volviendo a ‘disparar’. Aquí te contamos unos pequeños trucos para que mejores instantáneamente tus fotografías.
1. No tengas prisa y toma muchas imágenes
En lugar de hacer una sola foto, ya sea de una vista de tu puesto o de una pieza abatida, tómate tu tiempo y busca diferentes posiciones. No siempre la mejor foto sale haciéndola de frente a nuestro objetivo principal. No debes preocuparte por hacer demasiadas instantáneas, cuantas más hagas más práctica adquirirás y más posibilidades tendrás de hacer una foto ‘de concurso’.
2. Cuida el fondo de la fotografía de caza
Debes alejarte del centro de atención y dejar que este se centre en el paisaje que te rodea y en el animal que quieres fotografiar. Esto no quiere decir que no debas aparecer en la foto, si no que destaque el colorido del monte y del animal, no tu figura. Por el contrario, si lo que quieres hacer es una foto en la que no te interese sacar el fondo, simplemente omítelo o busca el encuadre de la imagen de tal forma que este pase desapercibido.
3. Respeta siempre a la pieza
Hoy en día compartimos todo con nuestros contactos de las redes sociales, y las fotos de campo y de caza llegan a personas que no son afines a nuestra pasión. Debes hacer una foto que todo el mundo entienda, y que no cause rechazo a nadie.
Recuerda siempre que hagas una foto de una pieza abatida estos pasos: coloca al animal en una posición natural –que no aparezca retorcido-, la lengua no debe salir de la boca de la pieza, y nunca, bajo ningún concepto, te sientes encima ni lo agarres. Muéstrale el respeto que se merece, te acaba de entregar su vida.
Por otro lado, si lo que quieres es retratar la fauna de tu coto, debes guardar silencio y no molestar a los animales durante sus actividades cotidianas. Debes pasar completamente desapercibido, solo siéntate en un lugar querencioso y espera. Aunque también tienes que tener cuidado con los ruidos extraños como botones, flashes…
4. Sé honesto, no utilices trucos
Por internet circulan muchas fotos de cazadores intentando engañar, haciendo ver que sus capturas son más grandes de lo que lo son en la realidad. No debes acercar la cámara demasiado al animal ni alejarte tú de él para que parezca más grande, te engañarías a ti mismo.
Recuerda que lo importante no es cazar, sino estar cazando. Recuerda el lance y prioriza este sobre el tamaño de tu presa. Los buenos momentos no se centran ni mucho menos en lo que sucede después del tiro. La caza es mucho más.
5. Fíjate en pequeños detalles
No hace falta que la foto sea totalmente explícita. No tienes por qué sacar al animal entero, ya sea una pieza cobrada o un animal de tu coto. Hay fotografías sutiles que apenas muestran algunos detalles, como el pelo del animal en una esquina o una cuerna en un lateral, y que demuestran una belleza infinitamente mayor. Además suelen ser más originales, ya que estamos acostumbrados a ver al cazador junto al animal. No caigas en estereotipos.
6. La luz es el elemento más importante
La luz lo es todo en fotografía. Puede parecer algo banal pero este elemento puede dar al traste con algunos de tus mejores recuerdos si no eres cuidadoso. Juega con la posición de la cámara para captar el momento idóneo.
Si lo que quieres es inmortalizar algún paraje en concreto de tu coto, las mejores horas serán al amanecer o al atardecer, ya que la iluminación del alba y del ocaso da siempre un toque especial. Las peores horas serán siempre cuando el sol esté más arriba, ya que provocará reflejos molestos por todos lados.
Por el contrario, si lo que quieres es retratar una pieza abatida, sé cuidadoso. No porque se te eche la noche encima debes hacer la captura de cualquier forma. Siempre podrás recurrir a fuentes artificiales de luz, o simplemente esperar a la mañana siguiente para volver y obtener una buena imagen.