El cazador sevillano Ismael P. J. ha vivido en las últimas horas un auténtico «calvario» según ha declarado a Jara y Sedal. Este miércoles, 24 de febrero, unos individuos accedieron a su vivienda en la localidad hispalense de Alcalá de Guadaira y le sustrajeron hasta cuatro galgos. Horas más tarde su socio recibía un mensaje de un protectora de Málaga en la que estaban los galgos.
Entre los canes robados, se encontraban dos galgos machos adultos (con microchip y tatuaje), una perra de edad cercana al año que aún no tenía microchip y una cuarta hembra de cuatro años que sí estaba chipada. Todo ello sucedió cuando su mujer y su hija pequeña estaban en casa sin enterarse, ya que los presuntos ladrones actuaron de forma muy rápida.
Tras el robo, Ismael denunció los hechos ante la Policía Nacional de Alcalá de Guadaira y se puso manos a la obra para buscar a los canes. Un conductor avisó a Ismael de que había visto una de las galgas merodeando por los alrededores de Dos Hermanas, localidad cercana a Alcalá, pero después de estar toda la mañana buscándola junto a su mujer, no encontraron rastro de ella, ya que horas antes otro vecino de Dos Hermanas que tiene una protectora no oficial en la localidad hispalense había enviado a los galgos a Alhaurín de la Torre junto a otro envío de animales que tenía previsto para este jueves.
Tras ello, de los dos machos adultos, cuyo chip estaba a nombre de uno de sus socios, a Ismael le llegó un mensaje vía WhatsApp informándole que se encontraban en una protectora de animales de la localidad malagueña, a más de 200 kilómetros de su pueblo. Después de acudir a recuperarlos, comprobó que uno de ellos tenía una raja en el cuello: –le habían intentado extraer el chip–. Ismael comenta que la protectora «se portó muy bien» y se los devolvió «sin problemas», habiendo curado a los canes.
Revientan la puerta de la casa de un cazador y le roban siete pointer: ahora pide ayuda para encontrarlos
El cazador valenciano Vicent Garsó se encuentra «destrozado». Hace unos días, unos individuos entraron en su casa de campo con fuerza y le robaron los siete perros de raza pointer que utiliza para sus jornadas de caza menor en las cercanías de la localidad de Xátiva. «Estoy pasando unos días terribles, ni me lo creo, me duele mucho», confiesa a Jara y Sedal el cazador afectado. Así ocurrió todo.
